El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de diez años de prisión para un joven al que acusa de abusar sexualmente de una menor durante la romería de Aguilar de la Frontera (Córdoba) aprovechando que la víctima estaba semiinconsciente debido a la ingesta de alcohol.

En su escrito de acusación, facilitado a Efe, el fiscal explica que desde las 19.30 horas del pasado 6 de junio de 2009, la víctima, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, visitó junto a unas amigas las chozas que unos conocidos tenían durante la celebración de la romería de Don Marcelo de Aguilar de la Frontera (Córdoba).

En el transcurso de esas visitas, la chica ingirió hasta tres combinados de whisky y, ya con sus facultades muy disminuidas por el consumo de alcohol, se encontró con un chico que le presentó al acusado, de 25 años en aquel momento.

Al ser presentados en la carpa de música de la romería, el acusado, que pasó seis meses en prisión provisional tras lo sucedido, entabló conversación con la menor y le invitó a un combinado de whisky y a un chupito.

Posteriormente, sobre las 1.30 horas, la víctima, cansada y muy embriagada, según el escrito del fiscal, se marchó de la carpa dando un paseo acompañada del acusado y su amigo hacia la choza de éste último.

Una vez allí, el acusado aprovechó el estado de embriaguez de la menor para comenzar a besarla en la boca, momento en el cual el chico que los acompañaba se marchó del lugar dejando solos a ambos.

A continuación, el acusado llevó a la chica, que se tambaleaba y estaba casi adormilada, a un paraje oscuro en un cañaveral a unos 500 metros de la choza para satisfacer su ánimo lúbrico a pesar de que su víctima se encontraba también semiinconsciente y vomitando.

Al llegar al paraje, el acusado la desnudó quitándole los zapatos, el pantalón y la ropa interior que llevaba y se sentó en un silla, donde comenzó a penetrarla vaginalmente mientras ella se caía hacia los lados y vomitaba sin tener conciencia de lo que estaba pasando.

En un momento dado y debido al dolor que sentía, la menor recuperó la conciencia y pidió al acusado que parara y la llevara con sus padres, aunque inmediatamente cayó de nuevo en un estado de inconsciencia, lo que aprovechó el procesado para vestirla.

Cuando todo acabó, el acusado dejó a la chica en la silla y se fue hacia el recinto de la romería, donde se encontró con un conocido al que pidió ayuda para llevar a su víctima hasta la caseta de sus padres.

Al día siguiente, cuando la chica comprendió lo que había ocurrido relató todo lo sucedido a su padres, quienes interpusieron una denuncia por los hechos.

Debido a lo acontecido, la menor sufrió varias erosiones y contusiones en sus muslos, además de un desgarro incompleto del himen, ya que era virgen cuando se produjeron los hechos.

Por todo ello, el fiscal ha solicitado una pena de diez años de prisión para el acusado al considerarlo autor de un delito de abusos sexuales, además de la prohibición de acercarse a su víctima a una distancia no inferior a 200 metros durante once años.