El ministerio fiscal mantuvo ayer su petición de tres años de cárcel para una madre por tres delitos de violencia física en el ámbito familiar cometidos, presuntamente, al pegar en varias ocasiones a dos de sus hijos, de ocho y cuatro años de edad. Aunque la acusada declaró en el juicio que "nunca le he pegado a mis niños", el fiscal consideró los hechos acreditados por la declaración del padre, los informes médicos y de una psicóloga que apreció en los pequeños "indicadores compatibles con malos tratos".

Durante la celebración de la vista, el fiscal apuntó hasta tres ocasiones en mayo del 2008 en las que los pequeños recibieron golpes por parte de la madre, a veces con la mano y otras con un cinturón. La mujer, sin embargo, lo negó. Tan solo reconoció que en cierta ocasión arañó accidentalmente en la cara a la niña de 8 años al intentar impedirle que desconectara la antena de la televisión. "Tenía las uñas largas y le di sin querer, pero nunca he pegado a mis hijos", mantuvo.

Su ex marido, no obstante, que ya estaba separado de ella cuando supuestamente ocurrieron los hechos, declaró que los niños le relataron las agresiones y que estos tenían problemas escolares. "La niña me dijo que su madre le había pegado con la hebilla de un cinturón", añadió.

De su lado, una psicóloga concluyó que existían "indicadores compatibles con malos tratos" a cargo de la madre, ya que tenían rechazo a mantener contacto con ella, amenazaba la mayor con autolesionarse si se restablecía la convivencia y recurría a la violencia cuando tenía un problema.