La disminución del total de uva con denominación de origen, una vez separada de la afectada por la tormenta y los daños posteriores, bastará para cubrir las necesidades del mercado manteniendo la calidad del vino cordobés amparado por la denominación.

Así lo pone de manifiesto el consejo regulador, que considera que, a efectos comerciales, no se va a producir ninguna incidencia ya que el volumen eliminado se compensa con el incremento de la producción, que se había fijado anteriormente en unos 7 u 8 millones más de kilos de uva respecto a la molturada durante la vendimia del 2009.

Además, se aprecia incluso un optimismo en el sector al considerar que la uva no afectada se mantendrá en esta situación "dadas las previsiones meteorológicas de los próximos días, que prevén elevadas temperaturas y vientos secos, lo que incidirá favorablemente en la vendimia". Las estimaciones y aforos realizados antes del temporal venían insistiendo en el incremento de la producción, que estimaron en casi en un 30% respecto a la anterior campaña.

En este momento se ignoran las cantidades de uvas que molturarán bodegas y cooperativas y los porcentajes de uva sana, una vez realizada la vendimia selectiva "de obligado cumplimiento". El pasado año las bodegas molturaron más de 13 millones de kilos de uva, lo que supone el 33 por ciento de la producción global. Las cooperativas molturaron, por su parte, más de 26 millones de kilos.