La organización Asaja ha mostrado hoy su apoyo a los ganaderos de toro bravo y ha advertido de las "graves" repercusiones que tendría la desaparición de la actividad, de difícil cuantificación, desde el punto de vista social, laboral y medioambiental.

La organización ha destacado la crisis que atraviesa el sector ganadero español aquejado, desde hace varios años, de una "tremenda" falta de rentabilidad que viene motivada fundamentalmente por unos bajos precios de venta de los productos, tanto de la leche como de la carne; unos altos costes productivos y una falta de liquidez para seguir manteniendo las explotaciones a flote.

Según Asaja, "la decisión del Parlamento catalán viene a infringir otro duro golpe" al sector ganadero español. En estos momentos, la ganadería de reses bravas en España, pese a sus dificultades, cuenta con una cabaña de 275.000 cabezas y son más de 1.300 las ganaderías registradas en el ministerio del Interior.

Asaja defiende que este sector productivo genera un volumen de negocio que oscila entre 2.500 y 3.000 millones de euros al año; emplea a unas 200.000 personas, entre trabajadores fijos y temporales y constituye la principal garantía para el mantenimiento de miles de hectáreas de un ecosistema autóctono y netamente mediterráneo como es la dehesa.

En definitiva, Asaja ha indicado que "en tiempo de crisis, los políticos deberían sopesar mucho más la trascendencia que tienen sus decisiones y valorar si un puñado de votos de cara a una contienda electoral merece herir de muerte a un sector productivo".