Las organizaciones agrarias han alertado de los efectos negativos y pérdidas que puede acarrear una bajada del precio de la uva en esta campaña, dada la difícil situación del viñedo cordobés.

El secretario provincial de UPA, José Luis Gutiérrez, afirma que mientras los precios de la uva bajan --el año pasado se pagó el kilo de uva 0,35 euros, un 16% menos que en el 2008 y para este año se prevé que vuelva a bajar--, para el viticultor los gastos se incrementan cada año. Por este motivo UPA exige, como mínimo "una subida del precio de la uva igual al IPC". Es preciso, añade Gutiérrez, defender el viñedo en la zona conjuntamente con el olivar, habida cuenta de que la superficie disminuye cada año y de que, como se ha comprobado, el olivar no es la panacea que se creyó en un principio.

Gutiérrez ha señalado que, un año más, los viticultores recogen la cosecha sin saber cuál es el precio que van a percibir y sin participar en su estimación. El secretario provincial de UPA ha lamentado la falta de implicación del consejo regulador, que, según su opinión, podría realizar una mediación efectiva en materia de precios.

Por su parte, Manuel Alférez, representante local de UAGA, apuesta por el cooperativismo para resolver la problemática por la que atraviesa el sector vitivinícola de Montilla. En este sentido, se dirige a los viticultores para que pasen a formar parte de estos centros.

Alférez ha hecho hincapié en la escasa repercusión que supone el precio de la uva, ya que las cooperativas liquidan en función del rendimiento económico de la producción.

Manuel Alférez ha subrayado que, de cualquier forma, "las liquidaciones de las cooperativas no son lo buenas que desearíamos los socios cooperativistas". La situación sería mejorable, añade, si bodegas y cooperativas actuaran de forma coordinada defendiendo los intereses de unos y otros.

Por su parte, Asaja ha preferido esperar a la ratificación del precio para hacer su valoración.