Si la energía nuclear es lo que más nos conviene o no --que eso es otro debate--, toca ahora decidir qué se puede hacer con los residuos que reposan en las centrales. Tienen una oportunidad los pueblos de España de reflexionar si quieren o no el almacén, cosa que no pudieron discutir en su día los vecinos de Hornachuelos. La actualidad se ha centrado en las localidades interesadas en el ATC por sus inversiones y por las compensaciones económicas que reportaría y sería un buen momento para comprobar el grado de satisfacción de los melojos con El Cabril. A estas alturas, y según algunas encuestas radiofónicas de calle, los habitantes de ese pueblo tienen asumido el impacto del centro de tratamiento, pero se quejan de lo poco que han recibido a cambio, un aviso para los aspirantes al ATC.