Unos vándalos causaron destrozos la noche del 25 de diciembre en las imágenes del Belén situado en la Plaza Nueva, pese a que dicho espacio cuenta con un servicio de vigilancia privada.

La llamada de atención de unos jóvenes alertó a los vándalos, que huyeron del lugar a toda prisa. El guarda de seguridad se presentó a los pocos minutos dando parte a la Policía Nacional y a la Local, que se personaron en el lugar junto con el alcalde, José Luis Bergillos.

Los autores de los destrozos han dañado la cara de San José, que actualmente se encuentra dando la espalda a los visitantes; el pie derecho del Niño Jesús, una mano de la Virgen María y las cabezas del buey y la borriquita. El arqueólogo lucentino Daniel Botella está reconstruyendo las imágenes dañadas. El portal de Belén se inauguró el pasado día 5 de diciembre.