Para Francisco A. Carrasco, beber es un arte que requiere "técnica y un punto de equilibrio" que permite un dominio de la situación en cada momento. La cuestión está, añade, "en saber distinguir el uso del abuso". Agradeció su designación y la cesión de las instalaciones del lagar de La Cañada Navarro, uno de los más emblemáticos de la Sierra de Montilla, a los hermanos Manuel y Santiago Jiménez del Pino, ambos propietarios de esta instalación bodeguera incluida en la Ruta de Los Lagares de la Sierra de Montilla.

Y siguiendo una costumbre establecida hace años, el salutador de la actual cosecha nombró al que será su sucesor el próximo año, una responsabilidad que Carrasco trasladó al cofrade Francisco Hidalgo, directivo de las Bodegas Alvear de Montilla.