El número de inmigrantes ha caído en Lucena, pero paralelamente se han disparado sus necesidades de atención, ya que muchos de ellos se encuentran sin trabajo. Días pasados abrió sus puertas, un año más, el Servicio de Atención Básica al Inmigrante, que brinda asistencia sobre todo a quienes llegan para trabajar en la campaña de la aceituna, pero también a todos aquellos que lo necesitan.

La concejala delegada de Servicios Sociales, María del Carmen Aguilera, ha informado que está disminuyendo el número de personas que son atendidas en dicho centro, si bien en próximas fechas se espera una mayor afluencia. En el descenso del número del fenómeno de la inmigración está influyendo sin duda la falta de trabajo en Lucena, donde el paro ha crecido en torno a un 37% en el último año. Esta situación ha hecho que muchas de estas personas hayan optado por retornar a su su país de origen o a otra parte de la geografía española para intentar encontrar un empleo.

Por su parte, Cáritas informa que sigue creciendo el número de personas que precisan de ayuda en Lucena, si bien los inmigrantes suponen solamente una parte de ellas. Ejemplo de ello es que desde el pasado verano, las distintas Cáritas parroquiales sigue realizando nuevos registros de personas que demandan alimentos y que un gran número de ellos no son inmigrantes.

Araceli Moreno, responsable de Cáritas de la parroquia de San Mateo, ha señalado que no entran en valorar los problemas que puede haber de cara a la puesta en marcha del banco de alimentos de Lucena, si bien la realidad es que no se ha montado de momento.