Agentes del Seprona de la Guardia Civil han imputado a un hombre de 29 años, M.P.S. y natural de Mairena del Alcor, como supuesto autor de un delito de intrusismo profesional. La denuncia se fundamenta en que M.P.S., que estaba al cargo de la yeguada que vivía semiabandonada en el Puerto del Calatraveño, fue sorprendido cuando implantaba a los animales el dispositivo electrónico de identificación (microchips) sin estar cualificado para ello, ya que, según explica el Instituto Armado, para realizar tal actividad, considerada como un acto clínico, es necesario ser veterinario. Ante ello, la Guardia Civil procedió a intervenir el material inyectable que poseía, en concreto veinte unidades de microchips, que M.P.S. pretendía continuar inyectando a la cabaña equina.

En una visita anterior, los agentes habían comprobado el estado deplorable de los animales y que muy pocos de ellos poseían el citado microchips identificativo, que es obligatorio, por lo que instruyeron varias denuncias, como ya informó este periódico en su momento.