El traslado de las reliquias de San Francisco Solano desde Montoro, donde han permanecido la pasada semana, hasta el templo patronal de Montilla se convirtió ayer en un acto multitudinario al que han asistido casi un millar de vecinos de Montoro y de otros municipios del Alto Guadalquivir, además de numerosos montillanos vinculados con su patrono.

El acto se inscribe en las celebraciones del año jubilar de San Francisco Solano en el cuarto centenario de su muerte. El traslado de la reliquia se inició con un acto religioso penitencial que fue seguido de una eucaristía presidida por el párroco Jesús Joaquín. Ambos se celebraron en la parroquia de Santiago, donde se conserva la pila donde fue bautizado el Santo.

Posteriormente se inició un desfile procesional del que formaban parte representaciones de todas las hermandades de Montilla, Montoro y otros pueblos de la comarca del Alto Guadalquivir. La reliquia fue trasportada en una urna acristalada y acompañada de una imagen de San Francisco Solano, que fue donada a Montoro por los montillanos, en la década de los sesenta.

Los alcaldes de Montoro y Montilla asistieron a los actos. Ambos regidores han iniciado ya los trámites para llevar a efecto el hermanamiento de los dos municipios cordobeses.