Lo primero es el empleo. Toda ayuda es poca para que los que aún no se han ido de nuestra comarca no tengan que hacerlo, y para que los que están todo el día en la carretera buscando el calor de su familia y sus amigos puedan volver. El trabajo es imprescindible y en nombre del mismo hay que pedir un esfuerzo para que las administraciones, todas a una, sean solidarias con la situación en la que se encuentra el Guadiato. Sabremos agradecerlo.