El fiscal ha solicitado una condena de cuatro años de cárcel cada uno para tres hombres que comercializaron queso fresco procedente de una cabaña de ganado infectada con brucelosis y que afectó a un total de 100 personas en la provincia de Córdoba.

En su escrito de acusación provisional, el fiscal ha afirmado que el acusado L.M.M., de 60 años, tenía 111 cabezas de ganado de caprino en una finca de Palma del Río (Córdoba) sin que las reses hubiesen pasado ningún control sanitario entre junio de 1998 y abril de 1999.

Debido a la falta de control, la cabaña desarrolló la enfermedad conocida como brucelosis, una patología que ataca principalmente a los ganados bovino, equino, porcino, ovino y caprino y a otras especies silvestres.

De esta manera, el encargado de la explotación ganadera y también acusado R.R.L., de 55 años, así como su suegro A.F.F., de 78 años, elaboraron queso fresco con la leche procedente de las cabras infectadas.

Sin pasar ningún control sanitario, los acusados comercializaron el queso a través de bares, tiendas e incluso llevaron a cabo la venta directa del queso en distintos domicilios de la localidad cordobesa.

Posteriormente, L.M.M. solicitó una autorización para el traslado del ganado, si bien le fue denegada por la falta de controles de sanitarios desde 1997 y que fueron efectuados finalmente en abril de 1999, momento en el que fue detectada la enfermedad.

Debido a la ingesta del queso fabricado y comercializado por los acusados, un total de 100 personas se vieron afectadas por la enfermedad de brucelosis.

Por ello, el fiscal ha solicitado una pena de cuatro años de prisión para cada uno de los acusados al considerarlos autores de un delito contra la salud pública.