Seis jóvenes --cinco de ellos menores de edad-- violaron sucesivamente a una menor de 13 años en la piscina municipal de Baena bajo la amenaza de enseñarles a sus padres el vídeo en el que grabaron con un teléfono móvil las relaciones sexuales que empezó a mantener con el primero de ellos, antiguo novio de la víctima. El hecho se produjo en la primera semana de este mes de julio en las citadas instalaciones municipales de Baena, después de que uno de los menores, con quien la víctima había mantenido una relación anterior, aprovechase la disposición de la chica a reanudarla en los vestuarios de dicha piscina para obligarla a aceptar la sucesiva violación de sus cinco compañeros bajo la amenaza de enviarles a sus padres el vídeo en el que, sin consentimiento de la joven, habían grabado su relación anterior.

Según fuentes policiales, la chica, ante la presión amenazante de los acusados, fue sometida a una reiterada violación y a múltiples abusos deshonestos por parte de los seis jóvenes. Días después, la víctima confesó el hecho a sus padres y posteriormente a las fuerzas de seguridad, que después de las diligencias oportunas abrió un proceso múltiple que ha acabado en un principio con tres de los menores --dos de 14 años y uno de 15-- ingresados en un centro tutelar, otros dos --un discapacitado psíquico y un chico de la misma edad de la víctima, 13 años-- con una orden de alejamiento, al no poder ser imputados, y un mayor de edad --de 21 años--, que también participó en los hechos, ingresado en prisión.

PERVERSION Y VULNERABILIDAD En el ambiente más cercano del pueblo a la familia de la víctima se produce estos días la contradictoria sensación de tener que proteger la identidad de esta menor en un suceso tan desagradable y cruel, con el ánimo de denuncia y escarmiento que consideran imprescindible para evitar en un futuro que se produzcan nuevas víctimas de este tipo de salvajadas.

Este hecho se suma a una nueva estadística de delitos sexuales y contra la seguridad de las personas en los que el chantaje audiovisual se convierte en un método eficaz de sometimiento para las víctimas. Lo que para los jóvenes nació como un recurso de expresión y comunicación tiene ya en su balance social distintos hechos como el de Baena, que demuestran la perversión a la que están llegando los jóvenes en su uso y la vulnerabilidad que produce en sus víctimas.

En los próximos días, las partes implicadas tendrán que ofrecer sus distintas versiones, pero las fuentes contrastadas por este periódico indican que los matices que puedan ofrecer cada uno de los acusados no desmentirán los rasgos fundamentales de un hecho que tiene asombrada a la población, tanto por la gravedad que encierra en sí mismo como por el extraño silencio mantenido hasta ahora.