Es verdad que Pozoblanco es una ciudad con una mayoría de izquierdas, pero no es menos cierto que sus habitantes son conservadores en el sentido de rehuir de los escándalos. No es de extrañar, por tanto, que lo acontecido desde Semana Santa haya causado un gran malestar en la población hasta ahora acostumbrada a tener un Ayuntamiento que generaba logros para la capital de Los Pedroches. A Baldomero García le corresponde recobrar la confianza del pueblo en sus políticos.