La Junta de Andalucía, tras la denuncia realizada el 31 de agosto de 2006 por este vecino contra el propietario de la explotación ganadera, acordó en una resolución, en febrero del 2008, la inmediata suspensión de la actividad "ante el riesgo de que se produzcan daños de carácter irreparable en el medio ambiente, en tanto que la actividad se ejerce de forma irregular, sin haberse sometido al procedimiento de informe ambiental que le era aplicable y, en consecuencia, sin la obtención de la oportuna licencia municipal, en la que se recojan las condiciones que garanticen el cumplimiento de la normativa ambiental". En su denuncia, Adame apuntaba a la "existencia de vertidos de residuos de excrementos, causando una gran contaminación medioambiental" en el paraje del Arroyo de la Plata, donde está la vaqueriza.