La perrera no puede ser un hogar para los animales. Sólo un lugar transitorio mientras se curan y se gestiona su adopción. El precio a pagar está por encima de las disponibilidades económicas.

Hasta el momento, siempre ha surgido alguien que ha evitado el sacrificio del animal. Chaky , un perro abandonado después de 10 años de vivir con su dueño, ha estado a punto.de ser el primero. La asociación Dejan huella lanzó un SOS a través de la red pidiendo la acogida o la adopción.

Chaky presentaba un aspecto impresionante cuando fue recogido. "esquelético, con cataratas, sordo, con una infección grandísima". Se le realizó una operación y comenzó a recuperarse favorablemente a base de antibióticos y vitaminas. Cuando el perro se reponía y ,lo peor había pasado, hubo de plantearse su futuro. Se fijaron plazos confiando en que alguien quisiera acogerlo.

En el último momento se produjo la llamada que ha puesto a salvo, por el momento, su vida. Todavía queda en esta antesala del corredor de la muerte algún que otro animal injustamente tratado y abandonado.

Dejan huella se constituyó oficialmente en noviembre del pasado año y se presentó a la opinión pública en el pabellón de deportes donde cada sábado viene celebrando reuniones. La asignatura pendiente es la disponibilidad de una sede para acoger a los animales antes de su adopción. Mientras llega ese momento, el colectivo pide el apoyo de los montillanos para que los perros sean acogidos en las casas aunque sea sólo de forma temporal.