El juzgado número 2 de lo Contencioso Administrativo ha rechazado la petición del propietario de los terrenos de abrir al público la cueva del Yeso, situada en Baena. Según ha podido saber este periódico, la administración de justicia recoge en una sentencia que se rechaza la solicitud al no haberse asegurado la conservación de la importante colonia de murciélagos que existe en la cavidad cercana al río Guadajoz.

Este mismo posicionamiento es el que había mantenido la Consejería de Medio Ambiente para rechazar la iniciativa del propietario de la finca. No obstante, el dueño de los terrenos en los que se localiza la cueva podrá presentar recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Por otra parte, la Junta está investigando una denuncia presentada por el Ayuntamiento de Baena en el que advierte de que se han detectado envases de productos tóxicos que podrían afectar al ecosistema, ya que no existe ningún control para la entrada de personas al recinto.

Hasta el momento, la cueva del Yeso no tiene ninguna protección especial, por lo que el Ayuntamiento baenense solicitó hace varios años que la Junta la declarara como monumento natural, aunque la petición aún no ha sido atendida por la Administración andaluza.

Espeleólogos han denunciado en varias ocasiones a este periódico que el acceso a la cueva no tiene ningún tipo de control, por lo que se han producido vertidos e, incluso, se han realizado pintadas en las paredes. Además, han advertido de la peligrosidad que puede entrañar el acceso para personas inexpertas en la espeleología.

Hasta el momento, la única cavidad abierta al público en la provincia es la cueva de Los Murciélagos (Zuheros), que también está declarada como monumento natural, junto a los Sotos de la Albolafia.

El Ayuntamiento de Baena tenía en proyecto abrir la cueva del Yeso a las visitas, para lo cual había elaborado un proyecto que, primero, pretendía su declaración como espacio protegido por la Junta de Andalucía, para después elaborar un estudio para ver la posibilidad de abrirla al público, respetando la gran riqueza ambiental que atesora la cueva en su interior, tanto geológica, como faunística.