La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) encomendó ayer a los ganaderos que fumiguen con repelentes de insectos a sus ovejas para evitar que les pique el mosquito que transmite el virus de la lengua azul. Ante la extensión de la enfermedad de la lengua azul en la provincia de Córdoba, Asaja recuerda que esta patología no entraña riesgos de ningún tipo para la salud humana, ni por la ingesta de carne, ni de leche, ni de sus derivados, sino que se trata exclusivamente de una enfermedad animal que afecta a las ovejas.

Los síntomas que se aprecian en los animales son fiebre alta de más de 40 grados, edemas en la cara y pectorales y abundante mucosidad nasal y destaca Asaja que de momento no existe vacuna, aunque, "según la Junta, estará próximamente".

En caso de que se aprecien animales enfermos en los rebaños debe comunicarse por escrito a la Oficina Comarcal Agraria (OCA) más cercana para que se tomen muestras y puedan confirmar o descartar la enfermedad. También deben comunicar por escrito si mueren ovejas, si las tienen enfermas en estado moribundo o si abortan, en cuyo caso deben meter los fetos en un saco y comunicarlo indicando el número de fetos para que la OCA avise a la empresa de retirada de cadáveres.

Señala Asaja que si no se comunican estas circunstancias "puede suceder que no queden registradas la causas de las muertes y que no se cobren las ayudas que previsiblemente aportará la Junta". Señala también la organización agraria que está manteniendo continuas reuniones con la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura "solicitando medidas para paliar esta gravísima crisis".

PETICIONES Entre esas peticiones se encuentra la "mejora inmediata en el sistema de recogida de cadáveres y medidas alternativas a la misma, como los enterramientos bajo control veterinario". Reclama además que se den ayudas por rebaño afectado y no solo por los animales muertos, así como el pago de todas las ayudas agroambientales atrasadas que aún no han percibido los ganaderos (ganadería ecológica, conservación de razas autóctonas y ayudas de la dehesa).