Los propietarios de varias viviendas de la calle Juan Valera de Posadas tuvieron que pasar la noche de ayer fuera de sus casas, al detectarse un extraño olor en la zona y ante el miedo de los vecinos de que se produjera un suceso similar al que acabó con la vida de las hermanas Angela y Cristina Arias el pasado 30 de noviembre.

Según informó a este periódico el vecino de Posadas Juan Moreno, yerno de los propietarios de la primera vivienda en la que se detectó el olor, este entró en el baño de la casa sobre las cuatro del mediodía, detectando "un olor fuerte, como de amoníaco o disolvente, pero muy extraño, que se metía por la nariz y la garganta y escocía".

Inmediatamente, se dirigió al centro de salud, porque "después de lo que le ha pasado a las dos niñas, te asustas". Moreno no presentaba ningún síntoma extraño, por lo que en el centro de salud le recomendaron que llamara a la Policía Local.

El primer agente en llegar a la citada vivienda, en la que residen Antonio González y Maruja Pedrera, de 72 y 70 años, respectivamente, también notó el fuerte olor, según Juan Moreno, al igual que la concejala de Medio Ambiente, María Felisa Borja, que también acudió a la casa. Fue entonces cuando la Policía avisó a los bomberos, la Guardia Civil, protección civil y los servicios sanitarios, que se personaron en la zona e iniciaron las investigaciones en la casa y en las viviendas vecinas, sin hallar la causa del olor.

Sobre las 8.30 de la tarde, acudieron al lugar agentes del Seprona, aunque a su llegada el olor ya se había desvanecido. Por ello, decidieron que volverán hoy a la calle Juan Valera para investigar la procedencia de el olor. Asimismo, aconsejaron a Antonio González y Maruja Pedrera que, como medida de precaución, pasaran la noche fuera de su domicilio, medida que también adoptaron algunos de los residentes de las viviendas colindantes, que también percibieron el extraño olor.