La Guardia Civil ha iniciado la investigación para esclarecer los hechos ocurridos la mañana del pasado domingo en el transcurso de una montería celebrada en la finca Terrones, en la que el joven adamuceño de 33 años Alfonso Bollero Calvillo fue alcanzado por un disparo fortuito cuando se encontraba en su puesto de tiro.

Esta montería, organizada por la sociedad de cazadores Los Buenos Cazadores de Adamuz, que preside Miguel Romera, fue aplazada el pasado 18 de diciembre por haber poco margen de tiempo con la organizada en otra finca colindante.

La bala alcanzó una de las manos del herido y penetró posteriormente en el cuerpo hasta alcanzarle un pulmón. La montería comenzó a las 11.00 horas y, según el presidente de la peña de cazadores, el suceso se produjo hacia las 12.30, momento en que el herido fue trasladado por su compañero de puesto, Rafael Jordán, y el propietario de la finca, José Luis Toril, hasta el hospital Reina Sofía. Allí, tras practicarle las primeras curas, fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Según ha podido saber este periódico, la bala se ha alojado a sólo dos centímetros de la arteria aorta. Asimismo, si no hubiera impactado en primer lugar en la mano y la bala hubiera ido directa al cuerpo le hubiera costado la vida al herido, que actualmente se encuentra en situación estable.

Según ha podido saber este periódico, hasta el momento del suceso, los diferentes puestos habían abatido en la montería 43 jabalíes. Fernando, uno de los perreros de la montería, fue el primero que socorrió a Alfonso Bollero.