El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) le ha devuelto las casi cinco mil piezas arqueológicas intervenidas al propietario de las bodegas Toro Albalá, Antonio Sánchez, de Aguilar de la Frontera. De esta forma, ayer se hizo efectiva la orden del titular del juzgado de instrucción de Aguilar que dictaba el archivo del caso abierto tras la denominada Operación Toro y el desprecinto de todas las piezas de las que se incautó la Guardia Civil en marzo de este año.

Todavía quedan pendientes los trámites de regularización a nivel administrativo del futuro museo Toro Albalá, según recordaba ayer el abogado de Antonio Sánchez, Manuel Cobos, tras conocer la noticia. "Una vez que pase el periodo estival estaremos en condiciones de negociar al cien por cien con la Junta de Andalucía", agregó.

El objetivo de los propietarios de la bodega Toro Albalá es que el museo se integre en la red andaluza y que las piezas puedan ser catalogodas y estudiadas a nivel nacional. Según Manuel Cobos, "hay buena voluntad para que así sea por parte de la Consejería de Cultura". Habrá que discutir también si el futuro museo será público o privado.

Antonio Sánchez se mostraba ayer "más tranquilo" después de que se hiciera oficial el desprecinto y anunció que va a incorporar a la colección "las casi 200 piezas que hemos adquirido durante estos tres meses".

El bodeguero Antonio Sánchez, que asegura estar más preocupado por el estado del vino de la campaña actual que "está muy grave", ha agradecido el apoyo que le ha brindado el pueblo de Aguilar porque "eso sí que es gratificante".

Una vez cerrado el caso de una forma definitiva, el abogado Manuel Cobos ha apuntado que "la Guardia Civil ha cumplido con su obligación y le tenemos que agradecer la labor que está haciendo por la conservación del patrimonio en la provincia. Estamos de su lado, pero consideramos que en este caso se han equivocado".