Tras el anuncio hecho por la alcaldesa, Luisa Ruiz, de ubicar en otro lugar el futuro centro hospitalario de alta resolución (chare) en base a la contaminación de la parcela de El Cerco donde pensaba construirse, se cuestiona ahora el futuro de dichos terrenos. El Cerco, con más de 600.000 metros cuadrados, estaba previsto convertirse en el área de expansión de la localidad, habiéndose suscrito con sus propietarios (Copesa) un convenio que dividía la superficie en cuatro partes, de las cuales dos pasaban al Ayuntamiento --una para el centro hospitalario y zona comercial y de servicios, y otra destinada a polígono industrial-- destinando Copesa las dos restantes a zona residencial e industrial. Según las cláusulas, si a comienzos del 2005 no se hubiera construido el centro sanitario, el terreno revertiría a su propietario. En tal sentido, el Ayuntamiento ha iniciado nuevas conversaciones con Copesa para abordar el problema.

Por su parte, el portavoz de IU, Manuel Nogales, ha atacado la decisión del traslado apuntando que un informe de la Universidad de Córdoba en poder de Copesa descarta dicho peligro por escorrentías "y es imposible que los materiales contaminados migren así como así". Además, "el propio ex director general de Minas, Francisco Mencía, contactó con la empresa pública Ibersilva para captar fondos europeos para la descontaminación".

Por otro lado, el ex alcalde, Rafael Muñoz, descarta incluso que el problema sea la contaminación, "ya que hay casos, como el del futuro parque joyero de Córdoba, cuyas obras implican un saneamiento previo del suelo, como es lógico, y así se iba a hacer con este hospital".