Paulina Horcas Priego ha cumplido 100 años rodeada de sus vecinas y amigas. A su edad, presume de no haber estado enferma nunca, "jamás he tenido ni un resfriado", y además cuenta con una excelente memoria. Asegura que se ha "divertido mucho y he salido mucho, aunque también he trabajado".

Desde hace cuarenta años, Paulina vive con sus vecinos. Según cuenta Felisa Rojano, la vecina con la que vive actualmente, esta mujer centenaria vivía con un matrimonio en la casa contigua a la suya y la visitaba a diario. Al fallecer éstos, le propuso que se fuera a vivir con ella y desde entonces es una más en la familia. Incluso Paulina comenta que cuando eran pequeños los hijos de Felisa había uno de ellos a quien le gustaba dormir con ella. "Mi familia murió pronto y he tenido la suerte de encontrar una nueva", afirma. Recuerda que lleva toda la vida viviendo en la misma calle y, entre sus trabajos, fue ayudante de cocina del bar Sabrina.

La nueva abuela de Baena recuerda con exactitud la muerte de sus padres, "mi padre murió muy joven, era cuadrillero de la cola negra y tenía un horno, le llamaban Miguel Hornero y a su entierro acudió la turba porque fue un miércoles santo". Aunque vive con sus vecinos, tiene familia en Baena: tres sobrinos que vienen a visitarla de vez en cuando.

Para celebrar estos 100 años de vida, recibió la visita del alcalde de Baena, Luis Moreno, que no quiso perderse la oportunidad de compartir estos momentos. El primer edil, además de entregarle un ramo de flores y una tarta de la que Paulina sopló las velas, le regaló una medalla de la Virgen del Carmen, de la que es devota. Las vecinas comentan que Paulina es la abuela del barrio, donde todo el mundo la conoce y "en el que nos ha visto nacer a todas".