La segunda sesión de las Jornadas de Otoño que se están celebrando en Pozoblanco analizó el enfrentamiento entre culturas desde un punto de vista más relajado, en cuanto que se sacó a colación la existencia de una convivencia pacífica entre cristianos y judíos por encima de las luchas y expulsiones que padecieron las culturas minoritarias que coexistían en la península en los siglos pasados.

El catedrático de Historia Medieval de la UCO, Emilio Cabrera, basó su intervención en el poder que ejercieron los cristianos sobre musulmanes y judíos, considerados como una amenaza para su cultura más por el desconocimiento de su religión que por la realidad. Cabrera conminó a aprender las lecciones del pasado y procurar acercarnos con cordura a los caminos adecuados en la actualidad, entendiendo las actitudes intransigentes que han marcado la historia.

Por su parte, Milouda Hasnaoui, catedrática de Filología Arabe de la Universidad de Tetuán, mostró el lado más amable del enfrentamiento entre culturas afirmando que los periodos de paz fueron más que las batallas. La convivencia pacífica entre cristianos y judíos se puede deducir de las fuentes jurídicas, según el análisis de Hasnaoui, para quien la abundante literatura bélica ha sido la causante de dejar relegada esa realidad.

La experiencia vital de ese enfrentamiento de culturas fue expuesta por Jacob M. Hassan, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, para quien la imagen desvirtuada del "judío imaginario" es el eje de la violencia cultural.