Los trabajos de construcción y equipamiento de la casa de acogida para marginados sin hogar, cuyo proyecto ha puesto en marcha la asociación Iemakaie, concluirán entre junio y septiembre del 2004, según la presidenta de la asociación, María Dolores Millán, quien asegura que espera que esta iniciativa comience a funcionar en esa fecha.

La asociación Iemakaie pretende, con la puesta en funcionamiento de esta casa de acogida, atender a personas que se encuentren en una situación de exclusión social --mendicidad o falta de recursos-- y, como explica María Doleres Millán, "darles cariño, que es su principal carencia, pero también atención psicológica, alimentaria y, si alguien lo demanda, incluso espiritual".

Este centro, en el que trabajarán unas doce personas, también proporcionará a los acogidos formación ocupacional y talleres de empleo para que, una vez que vuelvan a la calle, puedan reinsertarse en el mundo laboral y comenzar a vivir una vida normal.

Actualmente hay 24 personas trabajando en las obras de acondicionamiento del edificio, situado en un terreno de 15.000 metros cuadrados. El centro consta de 1.700 metros cuadrados construidos y un edificio anexo que se dedicará a formación.

El delegado provincial de Asuntos Sociales, Manuel Sánchez Jurado, y el director general de Bienestar Social, José Mora, visitaron ayer las instalaciones del centro de acogida para comprobar el desarrollo de las obras. Sánchez Jurado puntualizó que "en esta casa se trabajará además en el campo de los enfermos de sida, gracias a la financiación de la Consejería de Asuntos Sociales y de los talleres de empleo"

Este proyecto tendrá un coste total de 1,26 millones de euros y su mantenimiento costará unos 50 euros por persona y día, gastos que se prevé que estén subvencionados mediante convenios con cajas de ahorros; ayuntamientos; la Consejería de Asuntos Sociales; la Diputación; y empresas privadas. Además de los socios de Iemakaie, que aportarán un siete por ciento del coste de las obras.