Los vecinos de la comarca del Valle del Guadiato celebran durante estos días el último evento festivo del verano, la feria de Peñarroya--Pueblonuevo, una cita ineludible con la que ponen fin al periplo festivo que les ha llevado de pueblo en pueblo.

En esta ocasión, la feria corresponde al viejo Peñarroya. Una feria que se me antoja mucho más localista que la anterior de Pueblonuevo. La feria la viven sus vecinos. Ahora son mínimos los vecinos de Peñarroya a los que el trabajo les permite acudir al pueblo y vivir las fiestas. Además, la temperatura agradable, lejos del calor del verano, permite que la feria de día se viva con más intensidad y que a la gente le apetezca salir a la calle desde el mediodía y terminar tomando unos churros con chocolate para calentar el cuerpo, o hacerlo con un cucurucho de castañas asadas, tan típicas en esta feria que no se puede prescindir de ellas.

Tras superar el parque en el que se ubican las atracciones, donde los pequeños aprovechan las últimas emociones del año montando en los múltiples cacharritos instalados, arranca la empinada cuesta que nos lleva hasta el parque donde se instala la caseta municipal.

A lo largo de la calle, los tenderetes y puestos de juguetes llaman la atención de pequeños y mayores que pasan por delante, aunque en la mayoría de los casos la parada sea por simple curiosidad, por lo que el vendedor ni se molesta en levantarse de la silla en la que está cómodamente sentado.

La caseta de marcha conserva un ambiente de público extraordinario. Incluso mucha gente, huyendo del calor que hace bajo la carpa, prefieren mantener el diálogo en la puerta, mucho más frescos y sin necesidad de tener que gritar para poder mantener una conversación coherente.

Poco a poco la caseta del parque se va llenando de público dispuesto a divertirse bailando los ritmos que, cada noche, les interpretan las orquestas La Banda Sureña , Libertad y el trío Nueva Etapa que actúan durante estos días. Con música para bailar en pareja, la pista se llena de público que demuestra que sabe bailar cualquier palo que se les toque.