El presidente de la hermandad de la Virgen de la Estrella, Pedro Rodríguez Cachinero, se despide este año de su cargo con la culminación de una gran obra en la que ha participado todo el pueblo: la recuperación del estado primitivo del retablo de la ermita de la patrona de la localidad, la Virgen de la Estrella.

El 16 de julio del 2001 dieron comienzo los trabajos de desmontaje del retablo, cuya restauración ha estado llevada a cabo por los hermanos Valverde Luján en Córdoba. Previamente, el 26 de junio, la hermandad firmó el contrato de realización de las obras. Pero todo el movimiento para llevar a cabo este proyecto data del año 1984, cuando la propia hermandad inició una campaña de recaudación de fondos para la restauración del citado retablo. Desde esa fecha hasta ahora las gestiones no han cesado, aunque siempre se habían dilatado en el tiempo.

En mayo del 2001 se conoció el presupuesto de esta obra, que asciende a 93.757 euros. En los últimos años, la hermandad ha organizado un gran número de eventos para tratar de conseguir los fondos necesarios para hacer la obra realidad. El retablo que permanecía en la ermita hasta el 2001, cuando fue retirado, era del escultor cordobés Martínez Cerrillo y fue realizado tras la Guerra Civil.

Del estado actual del mismo, ya colocado en la ermita, igual al del siglo XVIII, se tienen referencias a través de una fotografía que se había perdido en el año 1936. En las últimas fiestas de la Virgen de la Estrella, los vecinos han podido contemplar esta nueva joya artística, que guarda fielmente todas las tallas de hace tres siglos.

Todo esto se ha conseguido porque Villa del Río ha demostrado, una vez más, su fervor y amor a la Virgen de la Estrella, devolviéndole su retablo al primitivo estado, tal y como lo crearon sus antepasados.

Una vez que el anterior retablo fue retirado para proceder a su restauración, la pared que lo sostenía presentaba una grieta, que también ha sido arreglada, por lo que la ermita de la patrona de los villarrenses vuelve, tras varios siglos, a recuperar algo que se había dejado en el tiempo y que podría haber ocasionado incluso una catástrofe.

Pedro Rodríguez Cachinero se despide este año, por tanto, con el deber cumplido de toda una Junta de Gobierno.