Demostrar que tras un enfermo de Alzheimer hay una persona que puede abrazar, sentir, recordar, salir... Este es uno de los objetivos de la exposición Espacios de vida , que la Fundación La Caixa y la asociación Nuestros Angeles --de familiares y amigos de personas afectadas por esta enfermedad-- presentaron ayer en el Centro Municipal de Formación del Coso. La muestra está formada por 50 fotografías realizadas en 1997 durante tres sesiones de trabajo con 21 enfermos de alzheimer y sus cuidadores en la residencia Santa Susana, de Barcelona, con la intención de ofrecer un descanso activo a enfermos y familiares, educar a los cuidadores en todas las actividades de la vida diaria, trabajar en la estimulación cognitiva del enfermo y rebajar su estrés.

Tres fotógrafos, Ricky Dávila, José Ignacio Lobo y Txema Salvans, hicieron con sus cámaras un seguimiento de la experiencia. El resultado de su trabajo constituye un hermoso testimonio que se convirtió en la base de Espacios de vida .

Las imágenes en blanco y negro muestran a enfermos y cuidadores en actividades cotidianas como el aseo o la comida, los ejercicios, el descanso, la fiesta o sus relaciones.

Más allá del simple anecdotario de conductas y situaciones, las imágenes de la exposición proporcionan la ocasión de transformar nuestra mirada sobre la enfermedad, para huir de sentimentalismos fáciles y compaginar la ternura con el respeto y la comprensión.

La exposición se incluye dentro del programa del Día Internacional del Alzheimer que se celebra el próximo domingo, día 21, y se completa con conferencias en las que se analizarán los tratamientos del Alzheimer y los aspectos legales de esta enfermedad del nuevo siglo.