Pozoblanco vivió ayer una emotiva jornada de despedida de la patrona, la Virgen de Luna. Sobre las siete de la mañana, como estaba previsto, la imagen salía del templo que la ha acogido estos últimos meses, la parroquia de Santa Catalina, para realizar a pie y a hombros de sus devotos los 14 kilómetros que separan el municipio del santuario de La Jara. Antes de partir definitivamente la imagen entró en la iglesia de la residencia de ancianos de Jesús Nazareno, donde los mayores tuvieron la oportunidad de dar su adiós a la Virgen. Minutos después y en medio de los disparos de sus cofrades, salía camino del Arroyo Hondo, donde tuvo lugar la despedida oficial ante centenares de personas que habían acompañado la imagen en su paso por las calles pozoalbenses. Una vez en el santuario tuvo lugar una eucaristía.

Los romeros que ayer acudieron a La Jara pudieron comprobar cómo el calor iba en aumento conforme pasaron las horas. Afortunadamente, según fuentes de la Policía Local, la jornada transcurrió con normalidad.

ACTOS PREVIOS

Como preludio a la romería de ayer y desde el miércoles, Pozoblanco ha despedido a su patrona con numerosos actos. La Virgen ha sido trasladada diariamente a cada una de las parroquias del municipio donde le han sido presentados los niños bautizados en las mismas a lo largo del año y donde los más pequeños han realizado sus ofrendas de flores. Por otro lado, durante la eucaristía de despedida en los templos, las niñas bautizadas a lo largo de los últimos 365 días con el nombre de Luna han recibido una medalla de plata. La devoción de los pozoalbenses por su patrona ha quedado patente en todos los actos celebrados, ya que centenares de personas han acudido a los mismos.

Si Pozoblanco vivía ayer la romeria de llevada de la patrona al santuario, el pueblo vecino de Villanueva de Córdoba celebra hoy la suya con la que recogen a la Virgen y la trasladan hasta la parroquia de San Miguel, donde permanecerá los próximos cuatro meses. El ciclo se cerrará cuando pasado ese tiempo la Virgen vuelva al santuario, donde tras permanecer en él cuatro cuatros meses, regrese a Pozoblanco.