Centenares de personas participan desde el miércoles en los actos religiosos que se celebran en honor de la Virgen de Luna. La patrona será llevada de nuevo a su santuario el próximo domingo. El popular tambor, acompañado de pequeños, recorre cada día las calles anunciando las fiestas. Paralelamente, la imagen de la Virgen es trasladada diariamente a una parroquia diferente, donde los niños realizan una ofrenda de flores y las madres presentan a sus bebés. Además, durante la eucaristía de despedida, se hace entrega de un recuerdo por parte de la Cofradía a todas aquellas niñas bautizadas durante el año cuyo nombre sea el de María de Luna.

Estos actos tendrán su culminación el domingo 8 de junio, a la una de la madrugada. El sargento de la cofradía, acompañado por el tambor y el ordenanza, llamará a la puerta de los domicilios de los cofrades. A las seis y cuarto de la mañana se reunirán todos los componentes de la cofradía en la sacristía de la parroquia de Santa Catalina y media hora más tarde partirá procesionalmente la Patrona hacia su santuario, escoltada por decenas de personas que la acompañarán.