La calle Sagasta de Rute presentaba ayer un aspecto normal a la hora de la salida de los niños del colegio. Algunos escolares jugaban, mientras otros charlaban sentados en las gradillas de las casas. Entre ellos se encontraba Laura, que estudia sexto de primaria. Pasadas las tres menos cuarto de la tarde, se unía a los jóvenes el hermano de Laura, Héctor, que se encuentra en primero de ESO. Son los nietos de María Pacheco, la abuela coraje . Desde hace ocho meses viven con ella, llevan una vida normal, han hecho amigos y acuden todos los días a clase.

Esta última semana están especialmente contentos, aseguran, porque pueden estar tranquilos con su abuela. María ha conseguido de la Consejería de Asuntos Sociales, la guarda legal de los dos niños. "Saltaban de alegría cuando el miércoles nos llegaron por fin los papeles", recuerda la abuela. Los pequeños han pasado muchas penalidades, no han sido tratados adecuadamente. Sus padres, que pertenecen a una secta religiosa, no se han preocupado de su educación. De hecho han estado cuatro años sin ir al colegio. Por fin, la abuela, de 64 años, ha conseguido estabilizar sus vidas.

En este tiempo se han aplicado en los estudios, aunque reconocen que las matemáticas no son su fuerte. "Por las tardes estoy en la escuela hogar, donde tengo un profesor de apoyo", dice Héctor, que le gusta la informática y que quiere estudiar para electricista. En casa de su abuela cada uno cuenta con su dormitorio propio donde estudiar. Todos los días María se levanta a las siete de la mañana para prepararles el desayuno. Está totalmente volcada en ellos y estira todo lo que puede su modesta pensión de viudedad, que ronda los 400 euros. Mientras, los nietos hablan con los amigos de música: "A mí me gustan Alex Ubago y David Civera", dice Héctor, que acaba de cumplir 14 años. "Yo cumpliré los doce en junio", recuerda Laura. Sus padres, Carmen y Pedro, deambulan por toda España. Cuando le preguntan a los niños si sus progenitores saldrán de la secta, Héctor es categórico: "No creo; mi padre es muy cabezón".