Durante los próximos seis meses, quince personas con discapacidad aprenderán el oficio de alfarero-ceramista en una clara apuesta por la formación y por la integración laboral y social. Este es el objetivo del curso impartido por la empresa Barro de Palma como centro colaborador de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico. Todas las mañanas estos alumnos acuden a clase en las instalaciones del centro municipal de adultos y siguen las viejas técnicas que, unidas a las nuevas tecnologías, recuperan una profesión vigente y, según el director de Barro de Palma, José Lora, "con gran futuro profesional". Para la madre de uno de los alumnos, "es necesario este tipo de convocatorias que ofertan una oportunidad de futuro y un lugar para el encuentro y para compartir inquietudes y problemas comunes del colectivo".

La captación del grupo de alumnos ha sido tarea del área de Servicios Sociales. También ha intervenido AMFI, Asociación de Minusválidos Físicos de la ciudad. El concejal de Servicios Sociales, Lorenzo Rodrigo, señaló en la inauguración del curso que "siendo el año europeo de las personas con discapacidad es un buen momento para que este grupo se haga más visible en la sociedad". El jefe del servicio de Formación Profesional Ocupacional de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico, Manuel Gavilán, resaltó el doble sentido del curso indicando que "se consigue un objetivo muy importante para los discapacitados: la formación para la integración laboral y, por lo tanto, social".

Por otro lado, Barro de Palma también ha inaugurado un nuevo curso de formación de cerrajero artístico con la intención de recuperar la forja tradicional. Se imparten técnicas de representación gráfica, marcado, corte de metales y tipos de fraguas.