Los vecinos de Villanueva del Duque cortaron ayer durante una hora el tráfico en la A--420 en señal de protesta por el camino de Los Lagartos, el acceso que conducirá al centro de residuos inertes que la mancomunidad de municipios de Los Pedroches construyó hace año y medio en el pueblo. Unos 400 vecinos se concentraron en la carretera, a 500 metros del casco urbano, donde comienza el camino de acceso al vertedero comarcal. La plataforma vecinal --que se muestra en contra de dicho acceso y de la apertura de la incineradora de animales que se ha instalado en el centro-- reivindica la elección del camino de Terreras como acceso definitivo, alegando que el actual provocaría el paso de camiones cargados de animales muertos por el casco urbano.

La portavoz de la plataforma, María José Palomo, anunció que las movilizaciones continuarán hasta que se le dé una solución factible al acceso y al crematorio, denunciando la falta de información que sufren los vecinos sobre los trámites de este asunto. Entre las exigencias de la plataforma figura la celebración de un pleno extraordinario en el que se les aclaren cuáles han sido los pasos seguidos para elegir el camino de Los Lagartos y no el de Terreras, que fue acondicionado en su momento para la construcción del centro. El vertedero se encuentra alejado del casco urbano, teniendo su entrada por la N--502, que se utilizará de forma provisional mientras duren los trabajos de adecuación del acceso.

DESVIO DE TRAFICO

Bajo el lema Villanueva del Duque por un pueblo sin contaminación , los vecinos finalizaron el corte de la carretera para dirigirse al pueblo y recorrer las calles hasta finalizar en la Casa Consistorial. En su recorrido estuvieron acompañados por efectivos de la Guardia Civil, quienes declararon no tener el comunicado oficial de la Subdelegación del Gobierno permitiendo el corte. Durante la hora que duró la concentración en la A--420, la Guardia Civil desvió el tráfico por un camino paralelo a esa vía, lo que fue considerado por los vecinos como una maniobra para no darles crédito a sus exigencias.