Mayo cordobés

El turismo no teme al calor y anima las cruces a mediodía

El viernes ha empezado a media carga por las altas temperaturas | Grupos de avanzada edad, visitantes y coros toman el entorno de la Mezquita-Catedral

Cruces de mayo del casco histórico.

A.J.González

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

El intenso calor que marcan los termómetros en Córdoba este viernes ha hecho que las cruces continúen a media carga durante el día, aunque algo más animadas que en la jornada inaugural gracias al turismo y los coros rocieros, que han sucumbido al calor con cerveza y rebujito en mano. A medida que las temperaturas empiezan a descender se espera que las distintas cruces se vayan animando y que vaya descendiendo la media de edad de los visitantes a las mismas.

Los turistas, fundamentalmente nacionales han tomado el entorno de la Mezquita-Catedral, buscando bebida y sombra en las distintas ubicaciones de las cruces. La mayoría han venido a Córdoba conociendo la popularidad de esta fiesta y del mayor cordobés y aprovechando su ubicación temporal en el puente.

Jóvenes como Lorena Martín y Patricia Martín las han pisado este mediodía por primera vez, aunque no es la primera vez que visitan la ciudad en mayo. Lo que más les gusta, aseguran, el ambiente y la música. Igual que a Teresa y María Isabel, una cordobesa y jienense, estudiantes de Filología Hispánica a las que les gusta aprovechar el ambiente de día y de noche, "muy diferente", según ellas. Su previsión es acudir, de día y de noche, con sus amigos ingleses, a lo que también les gusta esta fiesta, "hasta que la cartera aguante", bromean.

Colectivos y zonas más transitadas

No obstante, la presencia juvenil no ha sido protagonista en las primeras horas del viernes de cruces. Grupos de mediana y avanzada edad así como familias han sobresalido en la mayoría de recintos del Casco Histórico. En la cruz del Alcázar Viejo se han dejado ver las primeras flamencas con los coros Alegría de Reina Sofía y Aromas de Poniente que tienen una intensa agenda para el fin de semana. La jornada la han afrontado con muchas ganas. "Nosotros venimos a dar una poquita de alegría y esto nos da la vida", ha apuntado Rafael Carrillo, uno de los integrantes. Eso sí, se han tenido que agrupar en mesas a la sombra para actuar porque en el escenario era "imposible" debido al sol.

Salomé y Prude Avilés, han venido desde Barcelona a visitar Córdoba y confiesan que les están encantando pero que "el calor nos está matando".

Empiezan las primeras quejas

En la noche de ayer, jueves, el ambiente se animó y fueron surgiendo las primeras quejas. La asociación de vecinos La Medina, cuya cruz está situada a escasos metros de la de la asociación Córdoba solo hay una, denuncia que la segunda "estuvo incumpliendo bases y ordenanzas municipales de ruido" y que la vecindad está "indignada y agotada nada más empezar".

Desde Córdoba solo hay una aseguran que no les ha llegado ninguna queja vecinal y que no han sobrepasado los decibelios permitidos. Isa Guadix, una de las responsables de la instalación, señala que "hay eco al lado de la barra y por eso puede parecer que hay más ruido" pero que la policía los visitó en varias ocasiones y que no les llamó la atención en ningún momento. Con respecto al ambiente, Guadix añade que por el día se ha visto mucho turismo visitando cruces y haciendo fotos y por la noche ambiente joven.

La cruz situada en la calle doce de octubre también ha recibido críticas de la Federación Al-Zahara y el Consejo del Movimiento Ciudadano al no entrar a concurso. Ambas organizaciones consideran que de esta forma la instalación no está regulada, que pone en peligro la fiesta tradicional y que supone una "privatización" de la misma.

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