Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Anuario de la Base Logística del Ejército 2025

Seis clústeres y cadenas que empiezan a cerrarse

De los astilleros de Cádiz a los semiconductores de Málaga, pasando por la logística de Córdoba y la experimentación de Jaén: radiografía de un ecosistema andaluz que crece, se especializa y se coordina para afrontar los grandes programas de Defensa y la exportación que se representan

Las obras de la Base Logística del Ejército de Tierra en La Rinconada (Córdoba) marchan a buen ritmo.

Las obras de la Base Logística del Ejército de Tierra en La Rinconada (Córdoba) marchan a buen ritmo. / CÓRDOBA

Ignacio Luque

Ignacio Luque

Córdoba

Nada se ha improvisado y, nodo a nodo, la red que se ha ido tejiendo va emergiendo a la vista de todos en la región. En los últimos años, Andalucía ha ido colocando piezas en un puzzle industrial cuya dimensión pocos esperaban. Lo que antaño eran focos puntuales de industria aeronáutica y naval se ha convertido en un mapa con centros de excelencia, centros tecnológicos y clústeres que actúan como nodos: Sevilla, en aeroespacial; Cádiz, en naval y sistemas embarcados; Málaga y Granada, en electrónica y sensores; Córdoba, en logística y mantenimiento o Jaén, emergiendo como laboratorio de experimentación y fabricación avanzada. El resultado: una comunidad con capacidad para asumir paquetes de trabajo completos y participar en cadenas de valor nacionales y europeas. Algunos datos y acuerdos recientes confirman este salto: el clúster Andalucía Aerospace publica cifras de volumen de negocio y empleo crecientes; la Junta de Andalucía ha activado programas de incentivos por cientos de millones; y en la práctica, contratos como los de Navantia consolidan actividad industrial en la Bahía de Cádiz. Al detalle, cada uno de esos nodos aportan capacidades clave, las sinergias transversales, proyectos comunes y la realidad de la interoperabilidad y las cadenas de suministro. Las conclusiones sobre los retos y oportunidades que presenta esta red tejida en Andalucía se atisban al final.

La aeronaval Cádiz

Cádiz es el gran polo naval andaluz: Navantia (con astilleros en Puerto Real y San Fernando) concentra construcción, integración de sistemas y mantenimiento naval. Además de la actividad de bloque y calado, en la Bahía se desarrollan talleres de sistemas, integración de combate, control de plataformas y bancos de pruebas para electrónica naval. La reciente adjudicación y orden de ejecución para construir dos buques de acción marítima (BAM) en Puerto Real ha vuelto a poner masa crítica industrial y carga de trabajo en la provincia, con previsiones de empleo y subcontratación local que reforzarán a múltiples proveedores. Además de la construcción naval, Cádiz alberga un ecosistema diferencial en torno a la integración de sistemas embarcados: integradores de comunicaciones, control de plataforma (SICP), electrónica de misión y trabajos de ciberseguridad embarcada. Navantia desarrolla centros de sistemas (Navantia Sistemas) donde cohabitan ingeniería, bancos de integración y pruebas, y proveedores que certifican equipos para entornos marinos. Esta concentración favorece la aparición de pymes especializadas en electrónica duradera, interconexión y pruebas ambientales.

Navantia desarrolla centros donde cohabitan ingeniería, bancos de integración y proveedores

Navantia desarrolla centros donde cohabitan ingeniería, bancos de integración y proveedores / CÓRDOBA

Cadena de suministro local y efecto dominó

La actividad naval genera demanda de fabricación de grandes componentes, soldadura avanzada, ‘composites’, pintura naval, y sobre todo de integración de sistemas que requieren sensores, radares, comunicaciones y software de control. Es precisamente aquí donde se empiezan a trenzar los vínculos con Málaga (sensórica y electrónica), Sevilla (aeroespacial/propósito común de ensamblaje de estructuras complejas) y Córdoba (servicios logísticos y MRO-mantenimiento, reparación y operaciones).

Navantia, con astilleros en Puerto Real y San Fernando, es el constructor naval principal, teniendo un papel fundamental en la integración de combate y sistemas embarcados, así como en MRO (mantenimiento, reparación y operaciones) naval. Sus principales capacidades se centran en la construcción de buques (bloques y montaje), integración de sistemas de misión, pruebas en mar, mantenimiento y modernización.

Su protagonismo local es el de tractora para cientos de empresas subcontratistas; contratos recientes para nuevos BAM consolidan una carga de trabajo hasta 2030. Otras empresas locales: talleres de estructuras metálicas y ‘composites’ (proveedores de primer nivel en naval), empresas de electrónica dura y comunicaciones embarcadas (trabajan como Tier-2 para Navantia y subcontratistas), centros tecnológicos y bancos de pruebas para ambientes marinos. Asimismo, la construcción de nuevos buques de acción marítima reaviva la cadena de subcontratación en Cádiz y refuerza las demandas de sensores y electrónica provistos desde Málaga/Granada.

La aeroespacial Sevilla

Sevilla es, desde hace años, el epicentro aeroespacial de Andalucía. En la capital andaluza se concentran líneas de trabajo de ensamblaje final (FAL), integradores de aerostructuras y una densidad notable de empresas en clasificación Tier-1 y Tier-2 --desde grandes factorías a proveedores especializados en ‘composites’- que sustentan programas aeronáuticos nacionales e internacionales. La presencia y actividad de Airbus y de múltiples proveedores (Aernnova, centros tecnológicos, etcétera) han consolidado la masa crítica de empleo y facturación regionales.

Sevilla aporta ‘know-how’ en diseño e industrialización de aeroestructuras, ensayos no destructivos, fabricación de piezas compuestas y líneas de ensamblaje. El clúster Andalucía Aerospace, con sede y actividad intensa en Sevilla, actúa como plataforma de coordinación entre empresas, centros tecnológicos (CATEC, por ejemplo) y administraciones, y facilita la internacionalización de las empresas andaluzas.

Las piezas de Sevilla (sensores, unidades embarcadas, subsistemas) provienen de Málaga y Granada, y la logística y servicios MRO se apoyan en Córdoba.

Conexión con otros clústeres

Sevilla es nodo de ingeniería y gestión de grandes programas; las piezas (sensores, unidades embarcadas, subsistemas) provienen de Málaga y Granada, mientras que la logística y los servicios MRO se apoyan en Córdoba. Esto favorece consorcios regionales capaces de asumir paquetes completos de subcontratación en programas europeos y nacionales.

Sevilla concentra la FAL (ensamblaje final) y proveedores de aerostructuras; CATEC (centro tecnológico) y el clúster Andalucía Aerospace, que actúan como coordinadores de I+D y certificación. Su actividad principal es la fabricación de ‘composites’ y metal, NDT (ensayos no destructivos), diseño e industrialización de aerostructuras, así como gestión de programas. Sevilla se convierte así en el nodo que puede coordinar paquetes de trabajo que incluyen piezas de Málaga/Granada y sistemas integrados desplegados o mantenidos desde Córdoba.

Las electrónicas Málaga y Granada

Málaga concentra un parque tecnológico (PTA / Málaga TechPark) con una fuerte presencia de empresas de electrónica, camadas de I+D en microelectrónica, ciberseguridad y fabricación de electrónica de alta fiabilidad para aplicaciones aeroespaciales y de defensa. Empresas locales proveen placas, módulos electrónicos, sistemas de comunicaciones y servicios de integración (por ejemplo, empresas consolidadas de fabricación electrónica de alta fiabilidad). La llegada anunciada de instalaciones de talla internacional (como la confirmación de infraestructuras avanzadas para semiconductores y la implantación de centros internacionales de I+D) refuerza la proyección tecnológica de Málaga como proveedor de sensores y electrónica de confianza para programas de doble uso.

Imagen de la fábrica de ensamblaje de aeronaves de Airbus en Sevilla.

Imagen de la fábrica de ensamblaje de aeronaves de Airbus en Sevilla. / CÓRDOBA

Por su parte, Granada aporta competencias académicas y tecnológicas (CETIC-UGR y presencia de unidades de empresas tecnológicas como Safran Electronics&Defense) que trabajan en sensores, navegación y electrónica de precisión. La presencia de centros tecnológicos universitarios y ‘spin-offs’ favorece proyectos de sensores infrarrojos, sistemas de posicionamiento y componentes críticos que luego se integran en plataformas aéreas o navales. Safran y otros actores instalan oficinas y equipos de ingeniería que integran I+D local con cadenas de suministro más amplias.

Málaga ofrece capacidad de fabricación y escala (PCB, montaje, pruebas ambientales, microelectrónica), y Granada aporta I+D en sensores, algoritmos y posicionamiento. Esa dualidad permite a Andalucía ofrecer paquetes que van desde el diseño de un sensor hasta su fabricación y validación, reduciendo tiempos y riesgos de industrialización. El rol de Málaga en la red de defensa andaluza es el de la fabricación de PCBs, módulos electrónicos, ensamblaje y pruebas ambientales; próximamente realizará infraestructuras de semiconductores (IMEC), que aumentarán la capacidad de fabricación avanzada. La capital de la Costa del Sol será un núcleo de electrónica de alta fiabilidad, pruebas ambientales, ciberseguridad y capacidades para doble-uso (civil/defensa). Proveerá de sensores y módulos electrónicos para integradores sevillanos y gaditanos y desarrollo de fabricación para lotes.

Por su parte, Granada será fundamental en el desarrollo de sensores, sistemas de navegación y electrónica de precisión, colaboración con universidades y ‘spin-offs’. Así, realizará sensores infrarrojos, sistemas de posicionamiento y soporte de I+D académica. Su campo de acción complementa la fabricación de Málaga con I+D en sensores y algoritmos de fusión de datos.

La clave logística de Córdoba

Córdoba ha puesto sobre la mesa una apuesta decidida por la logística: la BLET en Córdoba avanza y la provincia impulsa el clúster Andalucía Logistics, que tiene por misión vertebrar capacidades de transporte, distribución y mantenimiento (MRO) en la región. Esa base -pública y privada a la vez- permite centralizar operaciones de abastecimiento, repuestos y mantenimiento de equipos con ahorro de tiempos y costes operativos.

Andalucía Logistics debe vertebrar capacidades de transporte, distribución y MRO en la región.

Andalucía Logistics debe vertebrar capacidades de transporte, distribución y MRO en la región. / CÓRDOBA

La ubicación de centros de MRO cerca de grandes reductores de actividad (Navantia, aeroestructuras, etcétera) es estratégica: reduce plazos de mantenimiento, posibilita contratos de soporte logístico integrado y crea un mercado para empresas de servicios que, además, generan talento técnico y cadenas de subcontratación regionales.

Córdoba está posicionándose como eje logístico y de MRO para programas de defensa en Andalucía. La provincia combina ubicación estratégica (vías, conexiones), iniciativas públicas y privadas para formar un clúster logístico y la llegada/expansión de grandes actores (por ejemplo, proyectos de Indra) que consolidan fábricas de tecnologías específicas como radares. El clúster Andalucía Logistics impulsa la coordinación entre logística, universidades y empresas de servicios. El papel protagonista de Córdoba se ejemplifica en la instalación industrial de Indra para fabricación de radares y electrónica de defensa, con su planta prevista en Las Quemadas. Indra ya ha anunciado planes y presencia creciente en Córdoba: su propuesta de fábrica de radares supone entre 150 y 200 empleos directos en origen y la posible absorción de personal de otras filiales; además, mantiene contratos de mantenimiento y logística en el ámbito militar a nivel nacional. Asimismo, su relación con la Universidad de Córdoba (UCO) se mantiene estrecha, con colaboraciones en proyectos logísticos (por ejemplo, el Silpre para sistema logístico del Ejército, en colaboración con Navantia e Indra).

En el ámbito local, la BLET potenciará los centros MRO y talleres especializados en maquinaria, hidráulica y electrónica. Asimismo, ayudará a crecer a los proveedores de componentes electrónicos y cableado para integradores de radar y comunicaciones.

Otras empresas que se verán favorecidas serán los operadores logísticos y gestoras de repuestos que facilitan cadenas de suministro ‘just-in-time’ para programas nacionales, así como las ‘startups’ o ‘spin-offs’ de la UCO y parques empresariales con foco en automatización, robótica y logística 4.0. La BLET, así como otros operadores como Indra, configura a Córdoba como ‘hub ‘para actividades de producción y soporte logístico de la industria de Defensa en Andalucía.

Jaén y la experimentación

Jaén ha emergido como un nuevo foco ligado a la experimentación y a la fabricación avanzada. El Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) ha sido impulsado por el Ministerio de Defensa como plataforma de ensayos, validación y actividades de I+D orientadas a sistemas anti-dron, vehículos autónomos y certificación de procesos. Además, la apertura de centros de fabricación aditiva (impresión 3D industrial orientada a defensa) en Linares añade capacidad de prototipado rápido y certificación de piezas críticas. Estos desarrollos posicionan a Jaén como un laboratorio regional para la validación y certificación de tecnologías que luego pueden producirse en cadena en otras provincias.

Así, Jaén actúa como espacio de ensayos y certificación (pre-industrialización): las piezas prototipo, los sistemas anti-dron o módulos de integración pueden desarrollarse y certificarse allí antes de pasar a series en plantas de Málaga (electrónica), Sevilla (aeroestructuras) o Cádiz (integración embarcada).

En Jaén se efectuarán los bancos de prueba, certificación y prototipado para validar piezas y sistemas antes de su producción en serie.

Por lo tanto, en Jaén se efectuarán los bancos de prueba, certificación y prototipado (impresión 3D industrial) para validar piezas y sistemas antes de su producción en serie, con capacidad para la validación de sistemas anti-dron, vehículos autónomos, prototipado rápido y ensayos ambientales. Jaén actuará como laboratorio de riesgos controlados, que reducirá el tiempo de industrialización para proyectos regionales.

Suministro, interoperabilidad y proyectos

El mapa productivo andaluz tiende a una especialización por nodos: aerostructuras y sistemas complejos en Sevilla; electrónica y sensores en Málaga-Granada; integración naval y sistemas embarcados en Cádiz; logística y MRO en Córdoba; experimentación y fabricación avanzada en Jaén. En la práctica, los grandes programas requieren encadenar estos nodos en una red logística y técnica: diseño en Sevilla, sensores en Granada, fabricación electrónica en Málaga, integración en Cádiz, y soporte logístico desde Córdoba. Esa cadena reduce importaciones, mejora la trazabilidad y aumenta la capacidad para asumir paquetes nacionales o exportar conjuntos completos. Como ejemplo, baste recordar el acuerdo firmado en la pasada Feindef (Feria de la Industria de la Defensa) entre el presidente de Andalucía Logistics, Miguel Ángel Tamarit, y el presidente de Andalucía Aerospace, Antonio Gómez-Guillamón, acuerdo firmado en presencia del consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, con el objetivo de promover sinergias entre los sectores logístico y aeroespacial, y mejorar la competitividad de ambos ecosistemas empresariales. El presidente de Andalucía Logístics, Miguel Ángel Tamarit, destacó que el acuerdo «refuerza la posición de Andalucía en la industria de defensa, identificando la logística y la aeronáutica como pilares fundamentales para el crecimiento de esta industria. Estamos convencidos de que las iniciativas transformadoras desarrolladas por ambos clústeres facilitarán la preparación y las oportunidades de crecimiento para la industria andaluza». Por su parte, el presidente de Andalucía Aeroespacial, Antonio Gómez-Guillamón, destacó que «los sectores aeroespacial y logístico comparten retos y oportunidades comunes de desarrollo y cooperación tecnológica». Y esta alianza entre Andalucía Logistics y Andalucía Aerospace refuerza la colaboración entre clústeres como vía para impulsar sinergias y generar innovación en torno a soluciones avanzadas para el transporte, la defensa y la movilidad del futuro.

Dron helicóptero -con una capacidad de carga de 40 kg y una autonomía de vuelo de varias horas- adquirido por INTA para el Centro Antidrón del Cetedex, en Jaén.

Dron helicóptero -con una capacidad de carga de 40 kg y una autonomía de vuelo de varias horas- adquirido por INTA para el Centro Antidrón del Cetedex, en Jaén. / CÓRDOBA

Ese acuerdo entre Andalucía Logistics y Andalucía Aerospace fue uno de los puntos destacados de los últimos años con vistas a impulsar la competitividad e innovación conjunta entre logística y aeroespacial, con iniciativas compartidas en cadenas de suministro, innovación logística y pilotaje de soluciones MRM (‘Material Readiness Management’). Este tipo de acuerdos son el modelo que permite a proveedores logísticos adaptarse a las exigencias de programas aeroespaciales y de Defensa.

Asimismo, la Junta de Andalucía anunció un plan de incentivos para fortalecer la industria de Defensa con partidas que alcanzan cifras significativas (cientos de millones) para capacitación, apoyo a I+D y atracción de inversiones. Estas líneas refuerzan proyectos de clúster y ayudan a financiar la interoperabilidad entre actores.

Además, grandes contratistas nacionales (como Indra o Navantia) actúan como tractores al subcontratar a proveedores andaluces; sus decisiones de compra condicionan la capacidad de las pymes regionales para escalar. Informes recientes subrayan que las grandes empresas ya incrementan compras nacionales, lo que favorece al tejido local.

Interoperabilidad técnica y certificaciones

La interoperabilidad exige estándares compartidos (por ejemplo, compatibilidad de comunicaciones, requisitos comunes en electrónica, certificación aeroespacial y naval, y estándares de ciberseguridad). La existencia de centros tecnológicos (CATEC, CETIC, centros del PTA) y de programas de certificación y ensayo en Jaén facilita que componentes diseñados en Granada o Málaga cumplan requisitos para ser integrados en plataformas sevillanas o gaditanas. Las voces de los principales nombres en el sector señalan el camino correcto emprendido y las sendas a seguir andando en el futuro. Antonio Gómez-Guillamón (Andalucía Aerospace), indicaba que el clúster subraya el crecimiento de la facturación y del empleo en el sector aeroespacial andaluz y defiende la estrategia de integrar cadenas completas en la comunidad para captar paquetes de trabajo nacionales y europeos. Las cifras del clúster muestran un sector en expansión que supera los 2.7-2.9 mil millones de euros de facturación regional (datos del clúster en 2024).

Miguel Ángel Tamarit, de Andalucía Logistics, destaca «la apuesta por Córdoba como eje logístico y el papel del clúster para acercar la oferta formativa y de capacidades a las exigencias de la industria de defensa (logística militar, MRO y cadenas de suministro críticas). El clúster promueve acuerdos con universidades y campus formativos para cubrir la demanda de talento técnico».

Además, los distintos informes sectoriales que conectan a la TEDAE (Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio) con análisis de mercado muestran el crecimiento de la industria de Defensa en España y la necesidad de desarrollar más proveedores nacionales y capacidades tecnológicas propias. Estos análisis muestran que la facturación nacional y la exportación crecen, lo que ofrece oportunidades a los clústeres regionales andaluces para insertarse en programas de mayor envergadura.

Informes miestran el crecimiento de la industria de Defensa en España y la necesidad de proveedores.

Informes miestran el crecimiento de la industria de Defensa en España y la necesidad de proveedores. / CÓRDOBA

También es una realidad el desarrollo para pequeñas y medianas empresas locales. Basten como ejemplo las del Parque Tecnológico de Andalucía (fabricantes de electrónica como MADES, integradores y centros tecnológicos), con un hilo común: la demanda de componentes robustos, la presión por certificaciones y la oportunidad que proporcionan los grandes contratos navales y aeroespaciales para escalar producción en España.

Retos, debilidades y demandas de la industria regional

Con todo, el reto que tiene ante sí la BLET abarca diferentes vertientes. Por un lado, el talento cualificado. La rápida expansión exige más técnicos especializados en ‘composites’, electrónica de alta fiabilidad, integración de sistemas y MRO. Planes de FP dual y vínculos universidad-empresa son esenciales. También, aumentar la capacidad productiva certificada, ya que para asumir paquetes completos muchas pymes deben certificar procesos (aeronáuticos, navales, de ciberseguridad). Centros como Cetedex y el CATEC ayudan, pero la certificación puede ser costosa y lenta. Asimismo, se debe distribuir la carga, debido al riesgo de concentración en grandes tractores (Airbus, Indra...). Es necesario que las grandes integradoras subcontraten a pymes andaluzas de forma sostenida para consolidar cadenas regionales. Finalmente está la financiación y el escalado: la industria necesita apoyo público-privado y acceso a financiación para modernizar plantas, invertir en salas limpias (microelectrónica) y automatización.

¿Hacia la soberanía industrial?

El mapa andaluz de defensa ya no es la suma de iniciativas aisladas: muestra nodos especializados y una creciente voluntad de colaboración. Sevilla provee estructura industrial y capacidad para grandes paquetes aeroespaciales; Cádiz aporta astilleros e integración de sistemas navales; Málaga y Granada suministran sensores y electrónica; Córdoba actúa como centro logístico y de MRO; y Jaén ofrece un banco de pruebas y fabricación avanzada.

Las autovías son sangre para la industria de Defensa: permiten el transporte de cargas, el acceso rápido y la distribución de repuestos.

Los acuerdos institucionales y de clústeres, junto a incentivos regionales, han hecho posible que Andalucía se presente como una oferta integrada capaz de asumir desde diseño hasta mantenimiento en programas españoles y europeos.

Quedan retos (talento, certificaciones, equilibrio en la cadena de compras), pero la tendencia apunta a una consolidación que convierte a Andalucía en un actor cada vez más relevante en la industria de Defensa.

Vías de comunicación

Córdoba se ha convertido en pieza central de la estrategia logística de la industria de Defensa en Andalucía. No es casualidad: su posición en la confluencia de la autovía A-4 y de las grandes líneas AVE que conectan Madrid con Sevilla, Málaga y Cádiz sitúa a la ciudad -y a su entorno productivo- en una posición privilegiada para abastecer, movilizar y mantener programas industriales y militares que requieren tiempos cortos de respuesta y cadenas de suministro fiables. A este papel se suma la BLET, proyecto tractor que obliga a pensar la conectividad (carretera + ferrocarril) como una infraestructura estratégica, no sólo económica.

La movilidad por carretera: autovías radiales y accesos críticos

Las autovías son sangre para la industria de Defensa: permiten el transporte de cargas sobredimensionadas, el acceso rápido de personal técnico y la distribución de repuestos en ventanas temporales muy exigentes. En Andalucía, la A-4 (Autovía del Sur) -que une Madrid con Córdoba y Sevilla hasta Cádiz- sigue siendo el eje principal de comunicación terrestre que vertebra el flujo entre la meseta y los clústeres industriales del sur. Paralelamente, corredores secundarios como la A-45 (Córdoba-Málaga) y la A-92 (Sevilla-Granada-Almería) son arterias esenciales para conectar talleres, centros de I+D y plantas de montaje con puertos e instalaciones militares. Mejorar el trazado, eliminar puntos negros y garantizar fluidez en episodios de demanda excepcional (movilizaciones, despliegues o recepción de piezas críticas) es una prioridad tanto para la administración autonómica como para los operadores privados. No menos crítico es el estado de vías nacionales como la N-432, que atraviesa el Alto Guadalquivir y pone en comunicación la provincia de Badajoz con Córdoba y Granada. Su modernización (‘bypasses’, acceso reordenado y seguridad vial) impacta directamente en la capacidad de movimiento de la industria auxiliar, especialmente para empresas ubicadas en áreas rurales que subcontratan con los grandes integradores. Proyectos de reordenación de accesos y mejoras de trazado son, por tanto, más que obras de mantenimiento: son inversión en eficacia logística.

Si la alta velocidad acerca personas, la interoperabilidad logística aproxima materiales. Córdoba trabaja para multiplicar ese efecto.

Ferrocarril: de infraestructuras AVE a corredores de mercancías interoperables

En paralelo, el ferrocarril está viviendo en Andalucía una transformación imprescindible para la defensa industrial. Las líneas de alta velocidad que ya conectan Córdoba con Madrid y Sevilla sitúan a la capital andaluza en menos de dos horas de Madrid, pero el reto ahora es la intermodalidad: poder transferir carga sensible y material técnico entre ferrocarril, carretera y puerto con plazos y garantías de seguridad y trazabilidad. El impulso del Corredor Mediterráneo y las obras en tramos clave -Antequera-Granada, variantes como la de Loja, y la modernización del enlace Algeciras-Bobadilla- son parte de un mapa que habilita trayectos de mayor capacidad y permite integrar puertos y nodos logísticos en cadenas de suministro industriales. La aceleración de estas obras condiciona la competencia de la oferta andaluza para contratos nacionales y europeos.

Más cerca: el corredor Antequera-Granada y la conexión Málaga-Granada

Proyectos concretos con impacto directo en los clústeres andaluces están en marcha. La línea Antequera-Granada, abierta parcialmente en años recientes, vive ahora nuevas actuaciones sobre variantes y expropiaciones necesarias para su consolidación, mientras que Adif ha impulsado licitaciones (por ejemplo, contratación de traviesas y montaje de vía) para avanzar en el eje Málaga-Granada, que mejorará la velocidad, frecuencia y capacidad de transporte regional entre dos nodos claves de la industria de sensores, electrónica y aeroespacial. Estas actuaciones no sólo acortarán tiempos de desplazamiento de personal técnico, sino que facilitarán el movimiento de cargas industriales y la logística de componentes sensibles que hoy dependen casi exclusivamente del transporte por carretera.

Córdoba: hub logístico, BLET y sinergias con puertos y clústeres

Si la alta velocidad acerca personas, la interoperabilidad logística aproxima materiales. Córdoba trabaja para multiplicar ese efecto. La BLET no es solo una instalación militar, es una plataforma de impulso regional que exige conectividad robusta por carretera y ferrocarril para ofrecer soporte 24/7 a programas de defensa. Las obras de urbanización, las licitaciones para edificaciones clave (almacenes y taller) y los planes de integración con I+D y fabricación aditiva refuerzan la necesidad de corredores rápidos, seguros y redundantes.

Obras de urbanización de la Base Logística del Ejército de Tierra, en La Rinconada.

Obras de urbanización de la Base Logística del Ejército de Tierra, en La Rinconada. / Manuel Murillo

En la práctica, la articulación entre la Base Logística y la red viaria -A-4 y accesos a polígonos industriales como Las Quemadas- y la infraestructura ferroviaria permite reducir la «ventana logística» (tiempo entre petición y entrega) en operaciones de mantenimiento (MRO), repuestos críticos e integración de sistemas.

Además, la coordinación con nodos portuarios -como el puerto de Sevilla y Algeciras- y con el clúster Andalucía Logistics reconfigura a Córdoba como centro de consolidación y distribución para Sevilla, Cádiz, Málaga y Jaén, facilitando que los clústeres de Defensa puedan articular paquetes de trabajo distribuidos por provincia pero centralizados en operaciones logísticas.

Proyectos futuros y cuellos de botella por resolver

A corto y medio plazo, la agenda de obras que más afectará a la industria de Defensa andaluza incluye: la culminación y mejora de tramos del Corredor Mediterráneo en Andalucía; la consolidación del Antequera-Granada y el doble carril y modernización Málaga-Granada; inversiones en traviesas y sistemas de señalización ERTMS que permitan una mayor interoperabilidad; y la reedición de actuaciones sobre la A-4 y la N-432 para garantizar acceso de cargas especiales.

Cada una de estas actuaciones reducirá costes logísticos, disminuirá tiempos de respuesta y aumentará la resiliencia de las cadenas de suministro de componentes militares.

Sin embargo, pesan todavía cuellos de botella: dependencias de transporte por carretera en tramos con limitaciones de capacidad o seguridad, la necesidad de más plataformas intermodales adaptadas a cargas militares y la sincronización de plazos entre obras ferroviarias y la implantación de centros productivos (por ejemplo, la fábrica de radares o instalaciones de Indra en Córdoba). Sólo una planificación integrada -administraciones, Ejército, operadores ferroviarios y clústeres empresariales- permitirá que la mejora de infraestructuras se convierta en auténtica soberanía logística industrial.

La coordinación con nodos portuarios y con el clúster Andalucía Logistics reconfigura a Córdoba como centro de distribución para el resto de la región.

Infraestructura como estrategia de Defensa industrial

Carretera y ferrocarril son, hoy más que nunca, elementos estratégicos que condicionan la competitividad y la capacidad operativa de la industria de Defensa andaluza.

La suma de obras ferroviarias -Corredor Mediterráneo, Antequera-Granada, Málaga-Granada- y la consolidación de ejes de carretera que conecten los polígonos industriales con la BLET, los puertos y los aeropuertos regionales, configurará en los próximos años un mapa de soberanía logística en la comunidad autónoma.

En ese mapa, Córdoba aspira a ser el vértice que permita combinar agilidad operativa con capacidad industrial: más rapidez en entregas, menor dependencia de rutas internacionales y mayor control sobre las cadenas de suministro críticas.

Para conseguirlo, las obras acometidas hasta estos momentos deben continuar, pero sobre todo deben planificarse para que converjan en un mismo objetivo: que la movilidad sea un instrumento de defensa, no un problema añadido.

Tracking Pixel Contents