Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Anuario de la Base Logística del Ejército 2025

Raimundo Rodríguez Roca: «El modelo BLET es pionero dentro de Europa»

Asumió el cargo de jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) el 9 de enero en la sede del Cuartel General del Ejército, en Madrid. En su discurso de toma de posesión señaló que la BLET de Córdoba será uno de los principales retos que afrontará en su mandato

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca.

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca. / CÓRDOBA

Ignacio Luque

Ignacio Luque

Córdoba

-Se cumplen casi diez meses desde su toma de posesión como jefe del MALE. ¿Cómo ha sido esta primera etapa en el cargo? ¿Qué retos de futuro destacaría?

Sin duda, muy positiva por la responsabilidad que siempre tiene el Mando de Apoyo logístico en la puesta a punto de las capacidades operativas de las fuerzas terrestres y el continuo esfuerzo de modernización de nuestro ejército. Ha sido una etapa en la que para toda la sociedad se ha evidenciado que vivimos un momento histórico en el que la seguridad y defensa se han convertido y se perciben como valores esenciales, necesarios y de utilidad para nuestra sociedad. Las inversiones en defensa se han incrementado en la mayoría de los países occidentales para hacer frente a un nuevo escenario de seguridad internacional nada tranquilizador. La guerra en Ucrania, en pleno territorio europeo, está marcando la pauta de un cambio revolucionario en el empleo de la fuerza que preocupa mucho, y afecta a todas las áreas de la defensa. Cómo afrontar ese reto de la manera más eficaz, con los recursos disponibles, está siendo mi principal responsabilidad estos primeros meses. Mirando adelante, el gran reto consiste en lograr la eficacia, de forma equilibrada, en tres áreas de mi competencia en el menor tiempo posible.

El Ejército de Tierra tiene que estar preparado lo más rápido posible para proporcionar respuestas creíbles de disuasión, ante la escalada de peligrosidad que se está experimentando en el escenario internacional de seguridad y que afectan directa o indirectamente al territorio europeo. Para ello trabajamos en sintonía con el gran esfuerzo de inversión en defensa que se viene desarrollando en los últimos años desde el Ministerio de Defensa. La primera área es el sostenimiento, atiende a la realidad del presente. Es la auténtica razón de ser de nuestro Mando de Apoyo Logístico porque tiene que ver con el funcionamiento operativo al 100% de nuestros materiales y sistemas de armas, así como el apoyo a nuestras unidades en todos los aspectos de logística operativa que necesiten para poder operar.

El esfuerzo en sostenimiento de los últimos años está siendo muy superior a anteriores. En poco tiempo hemos pasado de la necesidad de estar preparados para operaciones limitadas en alcance, intensidad y magnitud logística (Irak, Afganistán), en las que solo se preparaba el 100% de la fuerza que iba a desplegar y en las que la disuasión no era protagonista, a un escenario muy distinto. Ahora hay que prepararse para operaciones de alta intensidad. La disuasión es clave. Las capacidades logísticas desde la base industrial hasta la última milla son necesarias. La OTAN ha establecido un catálogo de requisitos operativos en el que disponer de una logística robusta es esencial. Toda la fuerza terrestre tiene que estar preparada para lo que supone un mayor esfuerzo en sostenimiento al exigirse mayor tanto por ciento de operatividad de todos los materiales. Un hecho que, unido al aumento de la cantidad y la calidad de las plataformas disponibles en el Ejército de Tierra, requiere de una importante inversión en sostenimiento.

La segunda área está relacionada con las adquisiciones que nos van a permitir ir por delante para obtener ventajas. Está orientada a mantener capacidades, resolver obsolescencias, recuperar capacidades degradadas, así como incorporar nuevas capacidades. No hay duda de que la tarea de modernizar las capacidades materiales de nuestro ejército, incorporando las nuevas tecnologías emergentes y disruptivas que afectan a los campos de batalla modernos, en el menor plazo de tiempo posible, siempre supone un desafío y una tarea compleja. En el área de innovación y calidad, y también con la vista puesta en el futuro a medio y largo plazo, destaca por encima de todo el continuado esfuerzo en el desarrollo de la Base Logística del Ejército de Tierra. La BLET tiene vocación de convertirse en un proyecto tecnológico de vanguardia y verdadero referente para prestar el sostenimiento que demandan nuestras unidades en su día a día en territorio nacional y cuando están desplegadas en operaciones. La BLET es un proyecto ambicioso, de largo recorrido, aunque necesario y de gran utilidad, que transformará profundamente nuestra forma de trabajo y nos proporcionará grandes ventajas.

-En su opinión, ¿ha ido tomando más relevancia la logística en el ámbito militar en los últimos años? ¿Se ha tomado mayor conciencia de su importancia?

La logística, a lo largo de toda la historia, ha sido siempre un factor clave en el planeamiento y conducción de las operaciones militares y en la resolución de las guerras. La victoria en las guerras de alta intensidad, a gran escala y de gran magnitud, suele recaer en el bando que manifiesta una mayor agilidad para generar y para mantener un flujo constante de recursos materiales y humanos hacia el campo de batalla. El potencial industrial cuenta, y mucho. Importancia clara, el de la logística, cuando revisamos el pensamiento de algunos buenos líderes militares. Desde Napoleón, que señaló que «los ejércitos marchan sobres sus estómagos», pasando por la teoría de Clausewitz -«la logística es el medio práctico por el cual la estrategia se convierte en acción»-, hasta con la expresión más categórica y conocida de Eisenhower, «la estrategia y la táctica pueden ganar batallas, pero la logística gana guerras». Son una pequeña muestra para ilustrar de que, efectivamente, la logística es uno de los elementos relevantes de la guerra, si no el que más. El valor de la logística se ha puesto de relevancia en los actuales campos de batalla.

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca.

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca. / CÓRDOBA

La guerra de Ucrania nos ha hecho recuperar conceptos que habíamos abandonado, grandes volúmenes de fuerza de cientos de miles de fuerzas que necesitan un flujo ininterrumpido de sostenimiento, materiales pesados sometidos al constante estrés de las operaciones, necesidad de acumular grandes volúmenes de recursos y un largo etcétera. En definitiva, logística en letras mayúsculas, que está poniendo de manifiesto que la complejidad tecnológica de los nuevos sistemas de armas obliga a disponer de una cadena logística de sostenimiento que garantice el máximo nivel de disponibilidad operativa de los materiales. Los amplios despliegues y el incremento en el consumo de todo tipo de recursos, en particular municiones, hacen necesario contar con líneas de suministro seguras y transportes inmediatos. La larga duración de los conflictos obliga no sólo a reforzar y sostener la fuerza desplegada, sino también y muy especialmente, a mantener el esfuerzo continuado en el tiempo. Los conflictos vigentes subrayan la necesidad de disponer de acumulación de materiales críticos y recursos, redundancia en las cadenas de suministros y desde luego, una base tecnológica e industrial de la defensa con el mayor grado posible de autonomía estratégica. Es importante disponer de autonomía de actuación y toma de decisiones sin depender de otros, así como tener el control soberano de capacidades críticas para poder actuar.

-¿Hechos recientes, como la guerra en Ucrania o, más cercano y a otro nivel, la dana de Valencia o los incendios de este verano, han provocado que se tome conciencia de lo que significa la logística?

Evidentemente, sí. La guerra de Ucrania ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de contar con una logística completa, desde las fábricas (industria de defensa), hasta la última milla, allí donde está desplegado en el terreno el último (o primer) soldado Y si en los últimos años hemos visto la necesidad de un sólido despliegue y capacidad de reacción logística en territorio nacional, a las emergencias domésticas que usted acaba de mencionar también habría que añadir tragedias como el covid-19, Filomena o el volcán de la Palma. Todos ellos ponen de relieve, una y otra vez, un aspecto principal de la logística, la «obligatoriedad» de disponer del «material y recurso» necesario a utilizar por nuestros soldados en cada momento y de manera inmediata. La oportunidad, es decir, la rapidez de respuesta en el empleo del recurso humano y material en estas situaciones en las que se necesita al Ejército como refuerzo en tareas de acción interior del Estado, es la clave del éxito. O nos adelantamos a los acontecimientos o no hay posibilidad de mitigar los daños que estos fenómenos causan.

En los casos de apoyo a las autoridades civiles con motivo de desastres naturales u otras crisis debemos ser capaces de replicar exactamente lo que hacemos en los despliegues de fuerzas que actualmente el Ejército de Tierra tiene en el exterior. Disponer de existencias suficientes y además que éstas dispongan de un adecuado preposicionamiento, utilizar una exacta «trazabilidad de activos». Es decir, disponer en tiempo real de visibilidad y trasparencia del dato (cuánto tenemos y dónde lo tenemos) y, finalmente, utilizar un sistema de gestión logística capaz de automatizar procesos y dar órdenes de transporte, de suministro, de asignación de medios o de cualquier otra actividad logística de manera inmediata. Para llevar a cabo toda esta ingente cantidad de actividades logísticas y hacerlo de forma coordinada y en tiempo oportuno, el Ejército de Tierra actualmente cuenta con un sistema integrado de gestión logística (SIGLE), el cual está en constante evolución y adaptación y que ya comienza a incorporar la algoritmia de la Inteligencia Artificial con el futuro sistema SILPRE, que comentaba anteriormente.

-¿Cuál es el mayor reto para la logística 4.0 y su implementación en la BLET de Córdoba?

La logística 4.0 trata de implementar las ventajas operativas que suponen las tecnologías emergentes y disruptivas. Es una tarea difícil ya que existe cierta complejidad en la aplicación de algunas de ellas al sector terrestre de la defensa. Otras de las que necesitamos precisan de un mayor grado de madurez. Por tanto, uno de los retos más importantes reside en definir qué tecnologías son las mejores para aplicar a la BLET, probarlas durante estos próximos años y validarlas antes de su implementación. Por eso, hemos elaborado una estrategia tecnológica para la BLET, que define cuales son los pasos que debemos ir dando en este proyecto. Con todo, siempre hay otros retos más tradicionales. Como el tiempo, disponer de todo lo necesario con oportunidad y cumplir plazos. O la colaboración, continuar con la misma voluntad y trabajo en equipo de muchos actores civiles y militares, del sector privado y público. El recorrido que está llevando el proyecto, no solo le está proporcionando credibilidad, sino que mantiene ilusionados a todos aquellos que están relacionados e intervienen directa o indirectamente en él.

-¿Qué importancia tiene el desarrollo y la investigación en esa nueva logística? Sistemas como el MAGESALE, el SIGLE o el SILPRE, entre otros, transforman la logística. ¿Qué papel desarrolla la colaboración entre el Ejército de Tierra y la Universidad?

La investigación, la innovación, la transformación digital, la aplicación de la inteligencia artificial son pasos esenciales que nos permitirán implantar una nueva logística 4.0 o logística inteligente. Para ello, debemos contar forzosamente con los depositarios del conocimiento y procesos de investigación como son Universidades y centros académicos de referencia. La colaboración entre Ejército y universidades es necesaria y una de las claves del éxito en este proceso de modernización. Avanzar en la automatización de procesos y en la ayuda a la toma de decisiones en tiempos récord nos permite más visibilidad y trasparencia para disponer de los recursos adecuados en el momento oportuno y de manera inmediata. Aunque ya hemos mencionado anteriormente el Sistema Integrado de Gestión logística del Ejército (SIGLE), permítame que añada algo más. Es el gran repositorio de datos logísticos «propios» que lleva muchos años en servicio, en constante actualización y evolución. Actualmente, dispone de un grado de automatización en torno al 30% de las actividades logísticas que desarrolla. Con la progresiva aplicación de las nuevas tecnologías disruptivas y sistemas de inteligencia artificial, habrá alcanzado valores en torno al 100% cuando la BLET comience a operar.

El MAGESALE es en realidad una malla de decenas de centros de operaciones logísticas, integrados digitalmente, que nos servirá para gestionar la visibilidad y la trasparencia, traduciéndola en una toma de decisiones muy ágiles y en tiempo real. Por otro lado, el Sistema de Predicción Logística (SILPRE), también mencionado en ocasiones anteriores por su importancia, es la herramienta que necesitamos para anticiparnos y lograr un estado de operatividad de los recursos materiales próximos al 100%. Su implantación definitiva en el Ejército supondrá reforzar nuestra disuasión, dotándonos de una ventaja en las operaciones en el exterior. El SILPRE será capaz de hacer una prognosis de posibles averías futuras (cambios de líquidos, desgastes de materiales, fallos electrónicos, etcétera), de modo, que nos adelantemos y consigamos mantener el mayor grado de disponibilidad operativa de nuestros medios. Durante el año 2026 estaremos experimentando el nuevo sistema en unas 500 plataformas de distintos tipos. Es un proyecto mixto en el que interviene la industria de defensa, la Universidad de Córdoba y Ejército de Tierra.

-¿Cuál será el papel de la BLET de Córdoba?

La BLET va a ser la infraestructura logística principal del cuarto escalón logístico para sistemas de armas terrestres. Supone, por tanto, una instalación vital para aprovechar las oportunidades que la revolución tecnológica en marcha de nuestra sociedad nos brinda. Podremos, de este modo, completar la transformación digital del sistema de apoyo logístico del Ejército de Tierra. Servirá para mejorar el buen funcionamiento y elevar la operatividad de todos los materiales de las unidades. Será de utilidad, igualmente. para mejorar los tiempos de respuesta, ante el aumento de la cantidad y complejidad de plataformas, materiales y sistemas. La BLET constituirá en realidad el corazón de un nuevo y completo sistema logístico que se extenderá física y virtualmente a lo largo de toda la geografía española y en zonas de operaciones donde tengamos desplegadas nuestras fuerzas. Las nuevas tecnologías y una estrategia de datos propios nos permitirán un nuevo enfoque de logística inteligente, regida por el algoritmo, que nos permitirá tener trasparencia y visibilizar todas las funciones logísticas (transporte, abastecimiento, mantenimiento, servicios) en tiempo real, mediante una integración digital. Todo ello, va a significar un gran ahorro de tiempo y una mejor gestión de la complejidad, a la hora de actualizar y poner en funcionamiento los numerosos sistemas de armas que actualmente tienen que ser reparados en diferentes unidades logísticas, según su especialización.

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca.

El Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (MALE) Raimundo Rodríguez Roca. / CÓRDOBA

-Visto el éxito de las primeras convocatorias para personal civil, ¿se puede considerar que eso denota la gran aceptación del ET en la sociedad civil actual?

Indudablemente, el contexto actual de recuperar la seguridad y defensa como valores necesarios para el buen funcionamiento y la protección de las sociedades occidentales ayuda a atraer personal civil al ámbito de la defensa. También ayuda el mensaje de la voluntad de entendimiento, coordinación e impulso del proyecto por parte de distintas administraciones. Por tanto, el notable éxito de estas primeras convocatorias, no es fruto de la casualidad, sino de haber identificado una oportunidad y del trabajo conjunto. Es consecuencia de un esfuerzo coordinado entre el MINISDEF, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Córdoba y la comunidad educativa y empresarial de esta ciudad andaluza. El Ejército de Tierra está perfectamente integrado en la sociedad civil a la que sirve y aquí en Córdoba se demuestra con el cariño de la población hacia la Brigada Guzmán el Bueno X y al Parque y Centro de Mantenimiento de Vehículos Ruedas nº 2 en El Higuerón.

-¿Qué tipo de empresas locales, cordobesas, pueden dar un salto en su desarrollo gracias a la llegaba de la BLET? ¿Cuáles son los sectores que pueden colaborar más y mejor con el ET?

La logística es uno de los sectores que más se está beneficiando de la revolución tecnológica que está en marcha y que afecta a todos los ámbitos de la sociedad, incorporando avances emergentes y disruptivos. La creación de una Base Logística Inteligente, como será nuestra futura base en Córdoba, integrará Inteligencia Artificial en la robótica existente, mediante la hiperconectividad de las cosas militares (sensorizacion en integración de diferentes componentes de las plataformas), para mejora drástica de la eficiencia y la productividad. Igualmente importante será la producción aditiva, una realidad en nuestro Ejército, ya en marcha, aunque la utilización de tecnologías de impresión 3D para crear productos personalizados y complejos, no ha hecho nada más que empezar y tiene gran campo de desarrollo. Lo anterior son ejemplos de los sectores tecnológicos que más se pueden ver influenciados por el proyecto. Empresas tecnológicas del área de telecomunicaciones y electrónica también van a jugar un papel clave. Otras áreas de interés son las relacionadas con la logística más tradicional, si bien incorporarán igualmente los últimos avances tecnológicos como por ejemplo la automoción, transporte, etcétera. De gran necesidad serán del mismo modo la industria auxiliar, textil y de servicios.

-El sistema educativo se ha adaptado en Córdoba de cara a la llegada de la BLET, principalmente, la FP y el mundo universitario. ¿Cuál será el perfil más necesario para el ET de cara al centro militar cordobés?

En la BLET va a trabajar personal militar, personal civil al servicio de la administración y también personal en empresas que den servicio directo o indirecto a la BLET. El personal civil del Ministerio de Defensa será principalmente personal con formación profesional de grado medio y superior y también, en menor medida, personal con grado y máster universitario. Los perfiles estarán relacionados con los sectores que se han abordado en cuestiones anteriores. Casi 25.000 plataformas, potencialmente, podrían precisar mantenimiento especializado en algún momento de su ciclo de vida. Plataformas que integrarán a su vez diversos sistemas de tecnología avanzada, sistemas de armas de última generación, comunicaciones, elementos de protección, etcétera. El conocimiento de mecánica de un número muy elevado de diferentes sistemas de armas y materiales va a ser siempre una cualificación necesaria. Teniendo en cuenta, además, que muchos de esos sistemas incluirán motores y transmisiones digitalizadas y sensorizadas. La especialización en sistemas de comunicaciones de última generación, hardware y software será otra área importante. Las dos áreas de especialidad mencionadas representan ejemplos, habrá otras muchas. Hay que tener presente que el campo de batalla es cada vez más digital. En la actualidad ya se libra una batalla de, con y por el algoritmo en territorio ucraniano. La robótica es ya un hecho y lo será más en el futuro. Representa un área de conocimiento y especialización requerida ya en parte de los sistemas actuales y muy necesaria en todos los próximos materiales que recibamos de aquí en adelante. Por otro lado, la base requerirá un amplio espectro de servicios para su buen funcionamiento que requerirán de personal experto en cantidad y calidad. La BLET representará un gran laboratorio de incorporación y evolución permanente de nuevas tecnologías. El abanico de necesidades concretas y, sobre todo, las oportunidades de formación que se van a presentar son muchas diversas y, posiblemente, algunas las vayamos completando según seguimos desarrollando el proyecto.

-¿En qué año se podrá decir que la BLET es operativa y en qué año se prevé un rendimiento pleno?

El proyecto avanza según lo previsto. En julio de 2025 el Ministerio de Defensa recepcionó las obras de urbanización y vallado de la parcela de la futura base. El proyecto está lanzado y ya ha cogido inercia. La fecha final dependerá en gran medida de distintas variables y de la buena coordinación de todos los actores interviene en el proceso. Es importante que se vayan cumpliendo los hitos de planeamiento establecidos y por ahora se cumplen. Los techos de gasto para siguientes fases ya están aprobados en Consejo de Ministros y eso es una muy buena señal. También influirá la sincronización del período de transición de los actuales parques y centros de mantenimiento hacia su concentración en la nueva BLET. En definitiva, todos estamos interesados en que la nueva Base Logística esté plenamente operativa lo antes posible. Y la unidad de propósito siempre es esencial para llevar a buen puerto cualquier proyecto.

-¿De qué otras bases militares europeas deben tener referencias la BLET de Córdoba, vistas las experiencias en Francia, Italia, Alemania o Países Bajos, o la suya propia en Bélgica?

Nuestro modelo de Base Logística es bastante avanzado y a la vanguardia de las transformaciones europeas en materia de logística. Hace unos años el cambio sucedía a un ritmo más lento, era más progresivo. En un mismo periodo de tiempo sucedían menos cosas. Había oportunidad a que otros países occidentales de referencia, con más ambición y, sobre todo recursos, experimentasen nuevos modelos y completasen su innovación. Después había espacio para observar y analizar esa innovación y, si funcionaba bien, emularla directamente o adaptarla a nuestras necesidades. Hoy la situación es diferente. El ritmo de cambio se ha tornado vertiginoso. La sensación de urgencia para no quedar retrasados y que se produzcan ‘gaps’ en capacidades operativas lo impregna todo. Suceden muchos cambios de calado en cortos periodos de tiempo. Todo evoluciona muy rápido y hay un gran ritmo de innovación. En ese contexto, nuestra responsabilidad de ser de utilidad y seguir mostrando compromiso con nuestros aliados, mediante una disuasión sólida y creíble, no cambia, sino que crece. Por tanto, no tenemos tiempo para esperar a que otros experimenten y, después, nosotros emular o replicar sus modelos. Las soluciones deben llegar antes. Tenemos nuestras propias necesidades. Debemos encontrar nuestras propias soluciones, adaptadas a nuestra dimensión, posibilidades y nivel de ambición. Hay que llevar a cabo el cambio de manera simultánea a nuestros aliados. Y eso es lo que estamos haciendo en el Ejército en general y en el ámbito de la logística, en particular. Esa ha sido nuestra aproximación conceptual con la BLET. Eso no quiere decir que nuestro Ejército, este aislado. Todo lo contrario, está en constante contacto con los ejércitos aliados que le sirven de referencia, observando diferentes modelos y soluciones para diferentes necesidades. El modelo BLET es pionero dentro de Europa. Seguimos analizando si algo nos puede servir de referencia. Si hay alguna nueva idea que puede hacer nuestro modelo más eficaz y robusto, de forma que nos proporcione una ventaja.

Tracking Pixel Contents