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Festival Flora 2025 Córdoba | Un festival con mucha inteligencia natural

En un año convulso geopolíticamente, representantes de Europa del Este brillaron en una edición de Flora bajo el lema ‘Inteligencia vegetal’, en un año en el que se batieron récords y en donde la lluvia condicionó el festival

Obra de Tadao Cern en el Arqueológico.

Obra de Tadao Cern en el Arqueológico. / FRANCISCO GONZáLEZ

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Córdoba

El lema Inteligencia vegetal, justo el año en el que se popularizó el uso de la inteligencia artificial, reivindicaba en 2023 la capacidad de estos seres vivos para entender y adaptarse al entorno, en mucha mayor medida de la que creemos los seres humanos y como están demostrando las ciencias botánicas. Con ese espíritu, y usando también mucha inteligencia natural para hacer frente a contratiempos causados por la lluvia, arrancó una edición que batió récords de participación en las dos programaciones paralelas a la sección oficial competitiva.

Los artistas en liza

El ganador de esta edición fue el lituano Tadao Cern, con la obra Flor negra/Eco blanco, instalada en el primero de los patios del Museo Arqueológico. El estanque-alberca sirvió para llenarlo de un tinte biodegradable que con el paso de los días fue tiñendo de morado y negro los claveles y crisantemos blancos que formaban el montaje. La instalación fue un tributo a las culturas que han pasado por Córdoba por la fusión de colores del espectro entre el negro y el blanco y, «más allá de su atractivo estético», dar un mensaje medioambiental sobre «el uso responsable de nuestros preciados recursos». Ese mismo 2023, después de Flora, Tadao Cern presentó su aclamada obra Salida de Francia. En septiembre de 2025, en su última obra, Tadao Cern despojaba grandes troncos de su corteza en una reivindicativa obra contra la manipulación gubernamental.

El segundo premio fue para el equipo ruso autoexiliado de su país Flowgardenz, con la obra Célula, que instaló en el patio renacentista del Palacio de Orive. El trabajo reproducía con flores los elementos de una célula vegetal: cloroplastos, mitocondrias, núcleo, ADN... explorando las plantas «no como objetos hermosos», sino en lo microscópico, «como increíbles formas de vida con mecanismos únicos de supervivencia y comunicación». Para ello, el equipo, que está teniendo un magnífico año en Europa, valga la expresión, empleó bambú, celosía, clavel, craspedia, crisantemo, loto, kuwa, musgo, siempreviva...

La obra 'Celula', de Flowgardenz, en el patio renacentista del Palacio de Orive.

La obra 'Celula', de Flowgardenz, en el patio renacentista del Palacio de Orive. / FRANCISCO GONZáLEZ

El premio del público en 2023 recayó en el equipo catalán de Flowers by Bornay, que instaló Mobilis in mobili (movimiento entre movimiento) en el muy oportuno Patio del Reloj de Sol de La Merced. Fue una obra compuesta íntegramente con tillandsia usneoides, liquen que crece en árboles de clima tropicales de América, creando una impresionante estructura de barras en distintos ángulos en la que el tiempo fluía «una oda poética a la inteligencia vegetal».

El premio del público en 2023 fue para la británica Harriet Parry en el siempre complejo escenario del Patio de los Naranjos con su obra Duramen, usando achilea, clavel, craspedia, crisantemo, lirio, siempreviva... El trabajo evocaba la sección transversal de un tronco, con círculos concéntricos en tributo al tiempo y a la historia de la ciudad y a la Mezquita-Catedral como tronco del alma de Córdoba, todo ello con una cuidadísima ambientación sonora.

Por su parte, la coreana Ha I I Hwa recreó en el Patio de las Columnas del Palacio de Viana otra de sus plantas alienígenas con el trabajo Mecanismo artificial de defensa, llevándose la palma en la edición de 2023 en el número de variedades empleadas: Esparraguera, aspidistra, brunia, clavel, craspedia, crisantemo, espadaña, eucalipto, trigo, hierba de oso, junco, kale, labiérnago, lentisco, mijo perla, paniculata, ruscus, siempreviva, stipa... El trabajo reivindicaban a las plantas por su capacidad de «sobrevivir y defenderse mediante los más sofisticados procesos y adaptaciones al medio», decía la artista.

La obra 'Duramen', de la británica Harriet Parry, en el Patio de los Naranjos.

La obra 'Duramen', de la británica Harriet Parry, en el Patio de los Naranjos. / FRANCISCO GONZáLEZ

El cartel del año fue creado por el estudio Underbau, que usó como inspiración una obra de la colección del Museo Mauritshuis (La Haya), del pintor del bodegón barroco Jan Davidsz de Heem. El jurado estuvo compuesto por Vicente Todolí, director de museos de arte moderno y comisario en ciclos como la Bienal de Venecia; Marie Perennès, de la fundación Cartier pour l’art contemporain, y María Eugenia Diego (Kokon), ganadora de Flora 2022.

Respecto al programa paralelo, Flora volvió a dar un salto en cantidad y calidad con un centenar de citas, encabezadas por otra intervención del C3A, Mátrix vegetal, junto a TBA21. Por primera vez, Flora salió del municipio con un prólogo en Palma del Río, con el espectáculo flamenco Toma de tierra, que más tarde se repetiría en el Palacio de la Merced. Conferencias, talleres, diez performances o la propuesta de flamenco Raíces y cuerdas (del Festival de la Guitarra) se sucedieron en esos días, además de un mercado de esquejes en el Luciana Centeno o con la programación especial de la Filmoteca.

Capítulo aparte fue el Programa off, en donde se recogieron 18 iniciativas de empresas, asociaciones e instituciones.

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