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Programa de actos

El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba reivindica la ‘Arquitectura que cuida’ en su día mundial

La institución impone la Placa Docomomo al edificio Manzana de viviendas para Pedro Guerrero, obra de Rafael de la Hoz Arderius

imposición de la Placa Docomomo al edificio 'Manzana de viviendas para Pedro Guerrero', obra del arquitecto Rafael de la Hoz Arderius

imposición de la Placa Docomomo al edificio 'Manzana de viviendas para Pedro Guerrero', obra del arquitecto Rafael de la Hoz Arderius / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

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Córdoba

El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba (Coaco) se une hoy a la celebración del Día Mundial de la Arquitectura, que este año reivindica la Arquitectura que cuida: aquella que mejora la vida de las personas, protege la salud, promueve la igualdad y contribuye a la cohesión social. En este contexto, el colegio celebra también la imposición de la Placa Docomomo al edificio Manzana de viviendas para Pedro Guerrero, obra del arquitecto Rafael de la Hoz Arderius, uno de los hitos de la arquitectura moderna en la ciudad.

Según informa el colegio en una nota de prensa, el lema de este año, impulsado por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (Cscae), sitúa la mirada en la arquitectura comprometida con las personas y con el planeta. Como explicó el decano del Coaco, Juan Eusebio Benito, durante su intervención, “celebramos la arquitectura que hace la vida más fácil a la gente, que cuida de su salud, que atiende a la diversidad y promueve la igualdad y la cohesión social”.

Los arquitectos cordobeses recuerdan que la arquitectura es una herramienta esencial para afrontar los retos urbanos que afectan a la ciudadanía. Entre ellos, destaca la necesidad de recuperar el casco histórico de Córdoba mediante políticas activas de rehabilitación y dotación de servicios que frenen la despoblación; mejorar el acceso a la vivienda, rehabilitando inmuebles envejecidos o impulsando vivienda protegida en régimen de alquiler o con opción a compra; y adaptar la ciudad al cambio climático, con soluciones urbanísticas sostenibles y resilientes.

El decano subrayó también que este día mundial es el primero que el Colegio celebra “con un avance constatable”: el Colegio de Arquitectos es ya agente colaborador en la agilización de las licencias urbanísticas gracias al convenio suscrito con la Gerencia Municipal de Urbanismo. “Los cordobeses deben saber que pueden venir al colegio a tramitar sus licencias, porque hemos demostrado que somos ágiles y eficientes”, afirmó Benito.

'Manzana de viviendas para Pedro Guerrero', situado en la calle Cruz Conde.

'Manzana de viviendas para Pedro Guerrero', situado en la calle Cruz Conde. / CÓRDOBA

El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba ha diseñado una programación en torno al Día Mundial de la Arquitectura, en la que se incluye la celebración de un taller de Sketch urbano (que ha tenido lugar entre el 3 y el 4 de octubre), una exposición de acuarelas del arquitecto José María García de Acilu (que será visitable hasta el 31 de octubre de lunes a viernes en horario de 10 a 14 horas en el Colegio de Arquitectos) y la imposición de la placa Docomomo al edificio proyectado por Rafael de La-Hoz Manzana de viviendas para Pedro Guerrero en la calle Cruz Conde, entre otros actos. 

Placa Docomomo

En el marco de esta celebración, el Colegio de Arquitectos ha impuesto la Placa Docomomo Ibérico al edificio Manzana de viviendas para Pedro Guerrero, situado en la calle Cruz Conde 13, una de las obras más representativas del arquitecto cordobés Rafael de La-Hoz Arderius.

Este reconocimiento, otorgado por la Fundación Docomomo Ibérico, distingue las obras más significativas del Movimiento Moderno en la península ibérica. Se trata de un edificio de finales de los años cincuenta construido en el momento de expansión de la ciudad más allá del casco histórico; el inmueble contribuyó a definir la imagen urbana de su entorno mediante una arquitectura de líneas puras, racionales y elegantes.

Según explica el colegio en la nota de prensa, el edificio destaca por su innovadora composición formal: la forma de enfatizar la planta baja y la cornisa mediante una delgada losa de hormigón en voladizo, la curvatura de sus esquinas, la disposición vertical de las ventanas y el uso de materiales como la piedra y el gresite, que dotan al conjunto de una expresividad singular, según la información de la Fundación Docomomo. Además, su diseño resolvió con maestría la complejidad de haberse construido en dos fases, visibles en el encuentro con las calles Pastores y Conde de Robledo.

Con esta distinción, el Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba y la Fundación Docomomo Ibérico reconocen el valor patrimonial y cultural de la arquitectura moderna, reivindicando su preservación y difusión como parte esencial de la identidad urbana contemporánea. “Esta arquitectura también cuida —concluyó el decano—: cuida a quien la habita y a quien la contempla”.

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