Habilitado un humedal urbano en el parque del Canal con más de 2.000 ejemplares de flora acuática autóctona

La Delegación de Sostenibilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Córdoba ha habilitado un humedal urbano en el parque del Canal que incluye más de 2.000 ejemplares de flora acuática autóctona, de 20 especies ibéricas, incluyendo plantas flotantes, palustres y sumergidas, distribuidas en seis islas artificiales.

Con una superficie de 900 metros cuadrados, este humedal constituye un ecosistema acuático funcional. “No hablamos de un estanque ornamental, sino de un sistema con entidad ecológica propia, capaz de depurar el agua de forma natural, refrescar el microclima urbano, fomentar la biodiversidad y actuar como sumidero de carbono”, ha indicado el teniente de alcalde delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Daniel García Ibarrola.

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El delegado, que ha visitado hoy este espacio acompañado por alumnos del IES Trassierra que colaboran en el proyecto dentro de la Semana del Medio Ambiente, ha indicado que este humedal “se convierte en una herramienta clave para la educación ambiental y la renaturalización de la ciudad”.

Microecosistemas urbanos

García Ibarrola ha comentado que “nos encontramos en un cambio de paradigma en la gestión de fuentes y estanques urbanos, y ahora sumamos una infraestructura azul urbana diseñada para ofrecer múltiples servicios ecosistémicos, en línea con los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030 y la Ley de la Restauración de la Naturaleza, dónde ya se incluyen los microecosistemas urbanos como agentes vitales en la conservación de especies”.

Desde el Imgema se ha trabajado con una colección de hidrófitos ibéricos exclusivamente autóctonos, entre los que se contemplan plantas emergentes y sumergidas como juncos, nenúfares o lirios, entre otras. Estas especies cumplen funciones ecológicas fundamentales, como es la oxigenación del agua, fijación de nutrientes, sombra para el control de algas y refugio para invertebrados acuáticos.

Murciélagos, vencejos, libélulas...

Este espacio funcionará como punto de abrevadero y zona de alimentación para murciélagos insectívoros, que son importantes aliados en el control biológico. También atraerá aves urbanas, como vencejos, golondrinas y aviones, aliadas en el control biológico de plagas. Además, se espera la colonización progresiva por parte de libélulas y otros invertebrados, eficaces depredadores de mosquitos.

García Ibarrola ha afirmado que el diseño del humedal se ha basado en una solución basada en la naturaleza, que emula procesos hidrológicos y biológicos presentes en orillas fluviales y charcas mediterráneas y ha añadido que, “a diferencia de muchas infraestructuras convencionales, aquí se ha evitado el uso de cloro, utilizando agua no clorada del canal del Guadalmellato, lo que favorece la colonización por microorganismos beneficiosos, esenciales para el equilibrio del sistema”.

Este espacio aún está en una fase inicial de maduración ecológica y durante los próximos meses las plantas irán enraizando, clarificando el agua y consolidando el ecosistema. Además, este humedal tiene vocación de futuro y se ha concebido también como un vivero de biodiversidad, desde el cual se podrán extraer plantas para futuras actuaciones de restauración ecológica en la ciudad de Córdoba. “Se trata de un paso firme hacia una ciudad más resiliente, donde la infraestructura verde no es un adorno, sino una herramienta esencial para el bienestar humano y la conservación de la naturaleza”, ha concluido el delegado.