Entrevista | José Manuel León Portavoz de la Asociación Autonomía para Villarrubia

"Para Bellido sería una oportunidad avanzar en la autonomía de Villarrubia"

Los vecinos de la barriada periférica han retomado el proceso para exigir mayor independencia de Córdoba, después de fracasar en 2003 con su intento de convertirse en ELA. Los obstáculos administrativos y políticos no parecen hacer mella en ellos

José Manuel León, portavoz de la Asociación Autonomía para Villarrubia

A. J. González

Irina Marzo

Irina Marzo

Córdoba

-¿Qué le parece el segundo informe jurídico emitido por el Ayuntamiento respecto a la posibilidad de darle mayor autonomía a Villarrubia?

-Es un informe un poco más optimista que el anterior, que cerraba la puerta totalmente a la ELA. Es un paso importante que habla de la posibilidad de desconcentrar la gestión, aunque yo creo que deberíamos descentralizarla.

-¿Qué diferencia hay entre desconcentrar y descentralizar la gestión?

-Las entidades desconcentradas son dependientes totalmente del ayuntamiento (consejos de distrito y juntas municipales), y las descentralizadas, no (juntas vecinales y entidades locales autónomas).

-Tradúzcalo, por favor, para que lo entendamos todos.

-Que unas tienen presupuesto propio y muchísima más autonomía, y las otras, no.

-Dicho de otro modo, su aspiración pasa porque Villarrubia gestione su propio presupuesto, ¿no?

-Si no tenemos personalidad jurídica, por lo menos que tengamos un órgano de representación que determine hacia dónde se dirigen las partidas presupuestarias que le corresponden a Villarrubia.

-Si le parece, vamos a empezar por el principio: ¿por qué aspira Villarrubia a la independencia de Córdoba?

-Porque tenemos cierta identidad propia, territorial, histórica y funcional. Villarrubia tiene una estructura de población suficiente y una necesidad de gestión que justifica que esto tenga que ser tratado de forma descentralizado y que sean los propios habitantes de Villarrubia quienes participen en el diseño y el futuro de su pueblo.

-Han entregado 2.500 firmas al Ayuntamiento, que representan el 60% del censo electoral, ¿serán suficientes?

-Hemos planteado una demarcación territorial con una población electoral de 4.000 personas. Las 2.500 firmas representan el 65 o el 70%. Hacemos esto porque cuando pedimos en 2003 ser Entidad Local Autónoma (ELA), -que la ley no recoge actualmente aunque se podría modificar-, fue lo que nos falló: la demarcación. No es toda la población al uso de Villarrubia la que cogemos, porque para poner los límites geográficos hemos cogido carreteras, el ferrocarril y el canal. En 2003 ese fue el gran conflicto, porque la administración decía: «Oiga, ¿y por qué va a poner usted el límite en una calle x, y que unos vecinos sean de Villarrubia y otros no?». Entonces se liaron a ampliar y a ampliar y llegaron casi hasta El Higuerón. Cada vez que cambiaban la demarcación había que hacer nuevos cálculos de todo lo demás, y al final los aburrieron.

-¿Qué argumentos les dan quienes no quieren independizarse de Córdoba?

-En Villarrubia no hay nadie que no quiera y si hay serán tres o cuatro que lo rechazan por la equiparación con Cataluña. No me he encontrado a nadie que diga no quiero tener más autonomía cuando se le explican las cosas, porque aquí hay un espejo muy grande que es Encinarejo. La gente ve las diferencias que hay entre el colegio infantil de Encinarejo y el que hay en Villarrubia, la zona deportiva que hay en Encinarejo y la que hay en Villarrubia, los jardines que hay aquí y allí, la zona del esparcimiento y entretenimiento juvenil, la piscina pública... Tener cerca Encinarejo hace que la gente entienda perfectamente por qué hay que tener autonomía y lo reivindique más.

-¿Cuáles son las tres o cuatro demandas principales de la barriada?

-El centro de salud, que es pequeño y atiende a 9.000 personas; el colegio, que está con hierbas en el patio, sin sombra y sin gimnasio; no tenemos ninguna zona deportiva, aquí o se juega al fútbol o no se juega a nada; y el gran problema de accesibilidad con el subterráneo en las vías del tren.

-¿Han visto empeorar la situación en los últimos años?

-No hago responsable a un solo equipo de gobierno, esto viene coleando desde hace años, como el polígono de la Azucarera.

-Dicen que se sienten más pueblo que barrio, explíqueme eso.

-Es un sentimiento muy grande. Nosotros decimos: vamos a Córdoba porque no sentimos que estemos en Córdoba. Aunque parezca algo baladí, es una cosa muy curiosa. No tenemos aquí ningún tipo de oferta cultural y tenemos un problema grandísimo con los jóvenes, que no tienen ningún sitio donde estar.

-¿Cree que hay reticencias por parte del Ayuntamiento a concederles esa independencia?

-Sí, creemos que hay alguna reticencia, a pesar de que para José María Bellido sería una oportunidad avanzar en la autonomía. En 2003, el Pleno estuvo de acuerdo en su totalidad. Y esta reivindicación ha estado siempre latente. En Villarrubia no hay color político en la reivindicación, la apoyan los que votan a la izquierda y a la derecha.

-Según el último informe ahora tienen que demostrar que económicamente es posible la independencia.

-Ya hemos aportado en el mismo documento de las firmas un informe de viabilidad económica.

-¿Cuánto le costará el proceso al resto de los cordobeses?

-Nada, se trataría solo de estipular qué asignación presupuestaria debemos tener, y qué nos correspondería de otras administraciones.

-¿Y qué servicios gestionarían?

-El informe dice que, llegado el caso, el Pleno por mayoría podría iniciar y determinar la representación del gobierno y su composición y las competencias administrativas delegadas que se les atribuyan. Eso es lo que queremos: sentarnos con el Ayuntamiento y decir, oiga, ¿qué competencias podemos tener delegadas? Encinarejo, por ejemplo, tiene la limpieza o el viario, y un presupuesto que le permite hacer obras, entre otras cosas.

-Históricamente, ¿desde cuándo se tienen datos de que existe Villarrubia?

-Desde la Segunda República, cuando el Ministerio de Agricultura empezó a desarrollar una serie de núcleos agrícolas, entre ellos Alcolea y Villarrubia, para desarrollar el regadío y el envase del Guadalmellato. En la década de los 40, el franquismo retoma el plan de colonización diseñado por la República e intenta ordenar lo dispersa que estaba la población. En los años 50, fuimos un núcleo poblacional e industrial importantísimo con la azulejera, la azucarera y la fábrica de los huesos, que se sumó a la pujanza agrícola.

-¿Cuáles serán los siguientes pasos?

-Reunirnos con los grupos municipales para pedirles que apoyen una moción conjunta en el Pleno y que cuanto antes se nombre un instructor y se abra un expediente. Además, como nuestra intención es seguir reivindicando la ELA vamos a pedirle a los partidos una iniciativa legislativa para volver a permitir esta fórmula.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents