Apagón histórico

Apagón en Córdoba: los supermercados y comercios vuelven a abrir sus puertas con normalidad

El lunes tuvieron que cerrar por la falta de suministro y por recomendación de la Policía

Colas para pagar en un supermercado de Córdoba, ayer lunes.

Colas para pagar en un supermercado de Córdoba, ayer lunes. / Víctor Castro

Fabiola Mouzo

Fabiola Mouzo

Los supermercados de Córdoba han vuelto a abrir con cierta normalidad este martes tras cerrar sus puertas ayer por el apagón general en España y por recomendación de la Policía tras registrar grandes colas de personas intentando hacer acopio de productos de primera necesidad para soportar la falta de electricidad. Ahora, hacen un llamamiento a la calma y aseguran que cuentan con stock para abastecer las necesidades de los cordobeses.

Mercadona, que junto al Corte Inglés o Deza se mantuvieron abiertos hasta que pudieron este lunes, han vuelto a abrir hoy en horario habitual. Los alimentos de las cámaras y neveras se han mantenido gracias a los grupos electrógenos, que garantizan también el funcionamiento de vitrinas, máquinas cortadoras, cajas, iluminación y resto de elementos necesarios para el mantenimiento de la actividad.

“Abriremos con total normalidad, ya que nuestras tiendas cuentan con grupos electrógenos propios”, avisaba Mercadona a este periódico cuando aún no había vuelto la electricidad. Deza también ha abierto con total normalidad, al igual que lo ha hecho Supermercados Piedra, Más, Día o el Aldi.

"El abastecimiento está garantizado"

El Corte Inglés también está funcionando con normalidad, los productos de cámaras y neveras están en perfecto estado y sus sitemas de pago y devolución están funcionando. El personal ha podido llegar y "parece que no ha pasado nada", a pesar de la gran afluencia generada por la ansiedad de ayer. Esta mañana el supermercado ha podido surtir y ha llegado la mercancía con normalidad, por lo que hay abastecimiento, según informan.

Desde Mercadona indican que hasta ahora no registran ningún tipo de incidencia, todas las tiendas están abiertas y los trabajadores han podido llegar tranquilamente a su puesto. Eso sí, han querido hacer un llamamiento a la calma porque "el suministro y abastecimiento está garantizado, no hay que hacer acopio", aseguran desde la empresa a este periódico.

El nerviosismo, sin embargo, no ha pasado del todo. Esta mañana se podía ver gente comprando, por ejemplo, una nevera portátil para la playa en un bazar, y otros varias botellas de agua en los supermercados. ¿Por qué lleva esa cantidad de agua? "Porque tras lo de ayer prefiero tener acopio, no confío ya en que no vuelva a pasar", comenta a la cajera. También había personas haciendo acopio de legumbres en botes, pasta o arroz e incluso comida preparada. Aún así, en los supermercados visitados por este periódico no había problemas en las cámaras y frigoríficos y tampoco de abastecimiento, aunque sí hay estantes menos llenos de lo habitual en ciertos productos.

En cuanto a las consecuencias, desde Deza explican que las pérdidas que se deriven del apagón no corresponden a productos que se hayan echado a perder, sino al hecho de permanecer cerrados más de medio día en uno de los días fuertes de venta, como es un lunes, mientras que en Supermercados Piedra aseguran que no se han registrado daños graves o grandes pérdidas.

El comercio de cercanía

El presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, asegura que este martes ya "tenemos una normalidad prácticamente absoluta" en todo el comercio local, sin embargo expresa que "el día de ayer fue un día caótico" y a medida de que fueron pasando las horas la situación se complicó. Los comerciantes de barrio intentaron mantener los establecimientos abiertos todo lo que pudieron, pero no funcionaban los ordenadores ni el pago electrónico, "un caos que hizo que a media que pasaban las horas decidieran cerrar", además de por la propia recomendación de la Policía Nacional "para evitar situaciones complicadas". Para Bados, "una vez más el comercio de cercanía emerge como ese servicio público y de ayuda que está del lado de los vecinos, hemos estado ahí en todo momento y suministrando productos de primera necesidad".

En materia económica fue "un día perdido", aunque no ofrece aún una cifra concreta, salvo en algunos sectores, como el de alimentación, que "recibieron una avalancha de consumidores intentando proveerse de productos de primera necesidad". Eso sí, todavía deben cuantificar las pérdidas en productos refrigerados o congelados, porque habrá productos que ya no se puedan vender y deberán rclamar a sus seguros. 

Y es que los comercios de barrio pueden ser de los más afectados. El presidente del Centro Comercial Abierto Viñuela, Manuel Calvo, asegura que la situación ha sido "un caos" para ellos, con comerciantes con sus establecimientos abiertos a oscuras, pero con las puertas eléctricas abiertas porque no podían cerrar. Calvo, que va a reunirse con sus compañeros para evaluar los daños, afirma que "el comercio está totalmente afectado".

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