Crónica

Apagón en Córdoba: la estación de trenes muta del 'shock' inicial a la desesperación mientras trata de volver a la normalidad

Se intenta recolocar a los primeros viajeros afectados mientras otros denuncian la falta de información y temen seguir un día más lejos de sus hogares

Situación en el vestíbulo de la estación, esta mañana.

Situación en el vestíbulo de la estación, esta mañana. / A. J. González

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

Mientras Córdoba comenzaba a recuperar la normalidad durante la madrugada, con el suministro eléctrico restableciéndose paulatinamente en los barrios, el clima en la estación de trenes pasaba de la incertidumbre y la resignación iniciales al enfado y la desesperación. Una vez restablecida la conexión de alta velocidad entre Madrid y la capital cordobesa, Renfe comenzó a reubicar progresivamente a los pasajeros afectados. Sin embargo, la escasez de trenes, el elevado número de viajeros y la falta de información han complicado enormemente las labores.

Durante estas horas, el estado de ánimo de los afectados ha evolucionado desde la incredulidad y resignación ante una situación inédita, hasta el hartazgo y la desesperación, al ver que la pesadilla podría prolongarse una jornada más.

Situación en los aledaños

Pasadas las 9 de la mañana, aún no se había restablecido el suministro eléctrico en los semáforos cercanos a la estación. Los policías gestionaban el tráfico y las colas de viajeros junto a los taxis no cesaban. Algunos regresaban desde Madrid, donde habían pasado la noche en Atocha, mientras otros, resignados a una nueva noche en Córdoba, se dirigían al centro en busca de alojamiento. "Ya regresaremos cuando todo esté más calmado o intentaremos comprar un billete por internet. Ahora mismo, solo necesito salir de aquí", declaraba Jordi Rogué, quien había viajado desde Tarragona para pasar el fin de semana en Sevilla. Su tren, como el de cientos de personas, quedó varado a las afueras de Córdoba y tuvo que ser rescatado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) pasada la una de la madrugada.

Según informó el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, un total de 766 pasajeros de dos trenes AVE fueron evacuados por la UME en la provincia de Córdoba durante la noche. Concretamente, 277 personas fueron rescatadas en el municipio de Villanueva de Córdoba desde un tren que cubría la ruta Sevilla–Valencia. Los 489 pasajeros restantes fueron evacuados en el intercambiador de Alcolea, tras permanecer atrapados durante más de diez horas.

Una pareja asistida por la UME de madrugada, esta mañana en la estación.

Una pareja asistida por la UME de madrugada, esta mañana en la estación. / A. J. González

En busca de una solución

Dentro de la estación, donde pasaron la noche más de un millar de personas afectadas por la última oleada de cancelaciones, el nerviosismo se hace cada vez más palpable. El panel informativo del vestíbulo principal sigue detenido, marcando una salida prevista a Villanueva de Córdoba a las 12.34 horas del lunes, como una especie de postal congelada en el tiempo, casi como un eco de la ciudad Pompeya. Bajo él, una larga fila ante el mostrador de Renfe ya alcanzaba el final de la estación a primera hora.

Desde que se restableció la línea Córdoba–Madrid, alrededor de las 6 de la mañana, Renfe ha priorizado reubicar a los pasajeros cuyos trenes fueron cancelados antes, es decir, a los que debían viajar hacia las 13.00 del día anterior. No obstante, la escasez de material ha representado una limitación importante.

Pasajeros afectados por el apagón y las cancelaciones, esta mañana en la estación.

Pasajeros afectados por el apagón y las cancelaciones, esta mañana en la estación. / A. J. González

En medio de la incertidumbre se encuentran Araceli Mateos y Marcos Revilla, una pareja de unos 80 años que ha pasado la noche en la estación, usando sus maletas como almohada. Su tren debía salir a las 19.30 horas del lunes. “Apenas hemos podido dormir. Estamos tranquilos, pero agotados. Intentamos alquilar un coche, pero ya no quedaba ninguno disponible. Solo nos queda seguir esperando”, explica Marcos, señalando la larga cola.

Enfado y hartazgo

Otros, como Xavier Fernández, describen con mayor crudeza el ambiente que se vive en la estación desde que se reanudaron los primeros trenes. Para este tarraconense afincado en Madrid, la situación ha evolucionado de “shock absoluto e incertidumbre” a “frustración y hartazgo”. Critica duramente la falta de información por parte de Renfe y espera que la situación se resuelva pronto. “Esto es insostenible”, resume con vehemencia.

Desde Valencia, donde el lunes era festivo, llegaron Luisa Roig y Amparo Tatay. Agradecen la labor de los cuerpos de seguridad y de la Cruz Roja. “Ha sido una situación muy difícil para todos, y ellos no tienen la culpa”, comenta Luisa mientras se ajusta una de las mantas repartidas a los viajeros pasada la medianoche.

En una esquina de la estación, Fernando García permanece con la cabeza entre las manos y la mirada perdida. Aunque dice sentirse “muy enfadado y frustrado”, también valora el trabajo de los servicios de emergencia. Sin batería en su teléfono, y tras facilitarle un móvil para hablar con su familia casi un día después de la última conversación, su gesto cambia y asoma una tímida sonrisa de alivio entre su barba cana, "estoy solo y anoche tuve mucha ansiedad. Está siendo complicado de gestionar todo", dice. Su destino es Alcalá de Henares (Madrid).

Regreso de los primeros viajeros a la estación de Córdoba.

Regreso de los primeros viajeros a la estación de Córdoba. / A. J. González

Sin trenes a Cataluña ni Valencia

Una de las rutas más afectadas es la que conecta Andalucía con Barcelona. Tras horas sin información clara, personal de la estación comenzó a anunciar por megafonía que no se prevé la circulación de trenes con destino a Cataluña ni a la Comunidad Valenciana en el día de hoy. “Es increíble. Otro día más aquí. ¿Y ahora qué hago? ¿Busco hotel? ¿Por qué no puedo ir a Madrid y arreglarme desde allí?”, gritaba indignado un hombre, acompañado de su hijo, mientras se alejaba frustrado. Por suerte, a lo largo de la tarde la conexión con este punto del país regresó de manera escalonada.

Los viajeros extranjeros tampoco han escapado al caos. Es el caso de George y Samantha, una pareja de Burdeos (Francia), que tenía billete a Granada para el lunes. “Granada we don’t know… Granada no lo sabemos”, responde un trabajador ante la mirada desconcertada de Samantha, mientras George maldice en francés.

Los últimos en regresar a casa

A primera hora de la tarde, la estampa seguía siendo inusual en la estación. Las colas persistían en los puestos de información, aunque ya poco tenían que ver con las de unas horas antes. Junto a los accesos a las vías, más de una veintena de personas se agolpaba en torno a los trabajadores de Renfe, que, de manera improvisada, anunciaban a viva voz los trenes retrasados y los que estaban a punto de llegar, para que los viajeros recolocados pudieran finalmente regresar a sus hogares. Mientras tanto, las pantallas seguían apagadas.

"Por fin. Hemos pasado aquí la noche y hemos estado hasta casi el mediodía para conseguir un billete de vuelta a Granada. No tengo nada en contra de Córdoba, pero no volveré en una buena temporada", decía entre risas Nicolás la Torre.

Viajeros agolpados junto a los accesos a las vías, esta tarde.

Viajeros agolpados junto a los accesos a las vías, esta tarde. / Adrián Ramírez

Los retrasos se mantuvieron a lo largo del día, como confirmaba Lucía Junquera, quien esperaba un tren hacia Barcelona: "Parece que llegará casi una hora más tarde de lo habitual, pero ¿qué es eso cuando deberías estar en casa desde el día anterior?".

Al final, el humor se convirtió en una vía de escape para muchos que, tras dormir en el suelo y permanecer encerrados durante horas en un tren, por fin vislumbraban el regreso a casa. Las quejas, aunque todavía presentes, se silenciaron por un momento ante una conclusión compartida: "Ha sido solo un susto... pero un susto que no vamos a olvidar", resumía Manuel Torrente mientras tiraba de su maleta por última vez.

En directo

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents