Curiosidades de Córdoba

¿Cuál fue el barrio del Espíritu Santo de Córdoba? Era "un pueblo diferente en forma y costumbres"

Las crónicas antiguas de la capital recogen cómo la forma de vivir de los cordobeses que allí residían difería bastante del resto; su antiguo nombre provenía de la ermita que fundaron sus vecinos

El barrio del Espíritu Santo

Ramón Azañón

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Además de tener una de las mejores vistas de la ciudad, un barrio de Córdoba siempre fue "un pueblo diferente en su forma y hasta en muchas de sus costumbres". Las crónicas antiguas de la capital recogen cómo la forma de vivir de los cordobeses que allí residían difería bastante del resto y tenía sus propias características. Entre otras cosas, por estar fuera de las murallas de la ciudad. Era conocido como el barrio del Espíritu Santo, pero ese nombre quedó prácticamente olvidado.

Romanos y árabes ocuparon aquellos lares. Y, tras la Reconquista, se establecieron allí familias de escasa fortuna. Durante un tiempo, cuando muchas de las viviendas quedaron desocupadas, en Córdoba se referían a esta zona como Los Corrales. Después, volvió a repoblarse el barrio y una ermita aglutinó el fervor popular.

El nombre popular

La advocación del templo religioso sirvió para bautizarlo, aunque entre la gente el nombre que quedaría sería otro. Al barrio se le conoció como del Espíritu Santo o de la Visitación. Sin embargo, popularmente el nombre que trascendió y llegó a nuestros días fue el de Campo de la Verdad, por la gloriosa batalla que libraron los cordobeses allí para evitar el asalto de los musulmanes durante uno de los asedios después de la conquista cristiana.

El Campo de la Verdad

El Campo de la Verdad. / Córdoba

Teodomiro Ramírez de Arellano, como notable cronista de la ciudad, fue uno de los autores que plasmó en 1873 los cambios en la zona y esas diferencias perceptibles entre los vecinos a un lado y otro del río Guadalquivir. Unos más cerca de la sierra, otros en plena campiña, al sur del río, con un horizonte formado por la torre de la Catedral, la Mezquita de Córdoba, el arcángel San Rafael, las murallas que contienen el caudal y los tejados de las casas más próximas a la Ribera.

Distintas costumbres

"Los moradores hasta en sus costumbres varían bastante de los demás cordobeses; casi la totalidad de aquellos vecinos se dedican a las faenas del campo, son pocos los industriales, y de aquí el que las mujeres se diferencian en los trajes y tratos de las del interior, un tanto más dadas a los caprichos de la moda", escribe el cronista.

El Guadalquivir a su paso por Córdoba en una vista aérea de la ciudad.

Vista aérea de la ciudad. / CÓRDOBA

El Campo de la Verdad que, como refleja Ramírez de Arellano, estuvo siempre vinculado a familias más humildes tuvo que hacer, además, frente a no pocas dificultades a lo largo de la historia. Desde crecidas del río hasta epidemias. O su completo destrozo cuando era un arrabal islámico. La falta de médicos y boticas hace unos siglos, así como las proximidades al agua, lo hicieron más susceptibles a los estragos de las enfermedades.

Pese a todo, el Campo de la Verdad siempre ha sido uno de los grandes barrios de Córdoba. De ese primer nombre que recibió, aún queda un reflejo en la parroquia de San José y Espíritu Santo, cuyo origen radica en la primera ermita que levantaron sus vecinos sobre los cimientos de la antigua mezquita Umayya.

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