Cinco años de covid en Córdoba: un virus menos mortal, pero que sigue infectando

Hace justo cinco años que comenzaba la pandemia del covid en Córdoba y también a nivel mundial, tras ser declarada en todo el mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020. Días antes se había conocido el primer caso de persona infectada por este virus en Andalucía y el 10 de marzo de ese año se comunicó por parte de las autoridades sanitarias el primer caso de covid en Córdoba.

Desde los comienzos de esta crisis sanitaria a finales de febrero de 2020 y hasta el 4 de julio de 2023 (fecha hasta la que hay datos más pormenorizados por parte de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía), en Córdoba el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 (covid-19), con epicentro inicial en Wuhan (China), causó 1.709 fallecidos en Córdoba.

Para comprender la magnitud de la pandemia, estas 1.709 muertes, ocurridas en algo más de dos años, equivalen a las defunciones que un año causan en la provincia todos los tipos de cáncer (segundo motivo de fallecimiento entre los cordobeses).

Asociación andaluza de covid persistente: "Recibimos muchos correos de personas desesperadas porque no saben quién puede ayudarles"

Dos fases

La Consejería de Salud divide los datos de incidencia y letalidad de la pandemia del covid en dos fases, una aguda (que va de febrero de 2020 a marzo de 2022) y el periodo posterior a esos meses más críticos, de abril de 2022 a primeros de julio de 2023. El 80% de las muertes, el 90% de los ingresos en uci y el 84% de las infecciones por covid en Córdoba se produjeron durante la fase aguda de la crisis sanitaria, en la franja de tiempo que va de febrero de 2020 a marzo de 2022.

Sin embargo, gracias a la vacunación frente al covid que comenzó a llevarse a cabo a finales de diciembre de 2020 y que en Córdoba alcanzó en la peor parte de la pandemia coberturas de más del 90%, junto al alto número de personas infectadas por el virus, se fue desarrollando una inmunidad progresiva frente a este patógeno en la población. 

Cordobeses afectados por la vacuna de Astrazéneca denuncian su delicado estado de salud

Normalización del virus

Esto ha permitido que, en la actualidad, el covid está considerado como un virus respiratorio más, indica el jefe de Medicina Interna del hospital universitario Reina Sofía, José López Miranda, como la gripe o el virus respiratorio sincitial (principal causante de la bronquiolitis en bebés pequeños), frente al que la población de riesgo se tiene que vacunar todos los años cuando llegue el otoño.

Novedades en el calendario vacunal de Córdoba: refuerzo frente a la tos ferina y gratuidad del rotavirus

López Miranda expone que este otoño-invierno apenas se han contabilizado casos de covid en Córdoba, frente a la gravedad de la fase más aguda de la pandemia, en la que este virus era el causante de prácticamente un tercio de los ingresos por infecciones respiratorias. En la presente campaña 2024-25, la mayoría de ingresos por virus respiratorios han sido por gripe A y B, por VRS o neumonía. 

¿En qué situación está Córdoba ante el repunte mundial de casos de sarampión?

Gracias a esa mayor inmunidad de la población frente al covid, en 2023, que fue un año ya de plena normalidad, después de mucho tiempo de restricciones, en Córdoba los fallecimientos por covid, según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), fueron 97, una cifra muy inferior a las defunciones por este mismo motivo que hubo en 2020, que fueron 554, o las 563 de 2021 y que seguramente habrán caído todavía más en 2024, aunque aún no se conocen los datos.   

Baja vacunación en la actualidad

Esta menor incidencia y mortalidad del covid podría truncarse si continúa descendiendo la vacunación frente a esta infección, alerta el doctor López Miranda, lo que perjudicaría, especialmente, a los pacientes más vulnerables frente a los virus, «a pesar de que la vacuna frente al covid es una tecnología extraordinariamente eficaz que previene en un 95% de los contagios el desarrollo de complicaciones», remarca el jefe de Medicina Interna del Reina Sofía.

Según los datos facilitados esta semana por la Consejería de Salud, en Córdoba apenas un 32,4% de la población de riesgo (mayores de 60 años, enfermos crónicos, pacientes inmunodeprimidos, embarazadas, entre otros) se ha vacunado en Córdoba este otoño-invierno frente al covid, dato muy inferior al más del 90% de la población general, que recibió esta inmunización en la fase aguda de la pandemia.  

El calcifediol, el logro 'made in' Córdoba frente al covid

Cómo se afrontó la pandemia y si se puede volver a repetir

Por otra parte, López Miranda estima que la atención sanitaria tras la pandemia ha salido «reforzada», ya que durante esta crisis se multiplicaron los esfuerzos para ofrecer la atención más adecuada posible ante un problema de salud tan grave, «del que no sabíamos nada. Sin embargo, gracias a los adelantos en la actividad clínica e investigación, como el tratamiento con calcifediol impulsado desde Córdoba y que ayudó a salvar numerosas vidas, se pudo avanzar poco a poco en una mejor asistencia y recuperación de las personas afectadas».  

Por otro lado, sobre si se podría repetir pronto una pandemia similar, este internista responde que los grandes epidemiólogos apuntan que cada diez años suele registrarse una pequeña epidemia y cada cien años una gran pandemia, algo que se ha cumplido, pues en 1918 se produjo la gripe española, que causó millones de muertos en todo el mundo, y cien años después, surgió la pandemia del covid, a la vez que entre medias ha habido otras epidemias inferiores.

La quintudemia se asienta en Córdoba con cinco virus contagiando al mismo tiempo

Personalmente, este doctor incide en que la pandemia ha podido ser uno de los principales retos a los que ha tenido que hacer frente en su trayectoria. «Cuando venía a trabajar los dos primeros meses de pandemia, en el año 2020, no me encontraba a nadie en la calle. Era una sensación terrible, pero fue la única forma que hubo de atajar que hubiera una mayor onda expansiva de casos», concluye.

El papel de la atención primaria

La atención primaria realizó igualmente una labor fundamental durante la pandemia. El vicepresidente segundo de la Sociedad Andaluza de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el cordobés Rafael A. Castro, sostiene que la atención primaria fue "el primer filtro para la detección, seguimiento y manejo de los casos de covid-19". Según Castro, la labor de atención primaria incluyó la detección y diagnóstico temprano de casos sospechosos (para lo que se montaron autocovid o espacios específicos en la mayoría de centros); el seguimiento y manejo domiciliario de pacientes con síntomas leves para evitar la saturación hospitalaria; la coordinación con salud pública para el rastreo de contactos y vacunación y la atención a patologías no covid que no podían dejarse de lado.

El novovirus presenta una alta incidencia en Córdoba este invierno. ¿Cuáles son los motivos?

Resalta que cinco años después del inicio de esta crisis sanitaria, «sigue siendo necesario un mayor fortalecimiento de la atención primaria», teniendo en cuenta la gran función que desempeña. 

Rafael A. Castro recuerda que una de las medidas que se establecieron para minimizar la expansión de los contagios en los primeros meses de pandemia del coronavirus fue la implantación de consultas telefónicas, para evitar la atención presencial en los centros de salud. Hoy en día, según este médico de familia, las consultas telefónicas continúan porque permiten resolver, sobre todo, gestiones administrativas, que no hacen necesaria la presencia del paciente, aunque defiende este facultativo que «ante una patología clínica siempre se debe priorizar la entrevista presencial al paciente (anamnesis) y exploración física, herramientas fundamentales de nuestras consultas». 

Telemedicina

Otro recurso que debería extenderse más para mejorar y agilizar la asistencia en general, según Rafael A. Castro, es la telemedicina y las interconsultas entre atención primaria y especializada. Para ello, hace hincapié en que será necesario la implantación de nuevas tecnologías, a lo mejor como la inteligencia artificial, que puedan contribuir a ello. 

En cuanto al descenso de la vacunación frente al covid que se ha registrado en la campaña 2024-25, el vicepresidente segundo de la SEMG aboga por la necesidad de incrementar el porcentaje de personas que reciban la vacuna, realizando campañas por parte de médicos de familia y enfermeros para incidir en la necesidad de potenciar esta medida preventiva, sobre todo entre los grupos de riesgo. 

También defiende este doctor la conveniencia de usar la mascarilla en caso de sospecha de haber contraído algún virus para evitar seguir contagiando y recuerda la importancia de la higiene de manos, ventilación de espacios y uso de la distancia de seguridad para no propiciar la expansión de infecciones, sobre todo, en los periodos de mayor transmisión de virus, como ocurre con los de tipo respiratorio en invierno.

«Los datos epidemiológicos reflejan que este invierno está habiendo menos incidencia del covid, pero también es cierto que el número de pruebas que se efectúan ha bajado exponencialmente, aunque se siga aconsejando a los pacientes que se las hagan», añade Castro.

Sobre este aspecto, José López Miranda señala que, a pesar de la baja incidencia actual del covid, habrá que esperar a si en primavera pudiera haber casos, como pasó en los primeros años de la pandemia.

Suscríbete para seguir leyendo