Día mundial

¿Por qué está aumentando el síndrome de Asperger en Córdoba?

El psiquiatra del hospital Reina Sofía Rafael Burgos repasa los motivos que están detrás del incremento de la incidencia

El psiquiatra y coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del hospital Reina Sofía, Rafael Burgos.

El psiquiatra y coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del hospital Reina Sofía, Rafael Burgos. / CÓRDOBA

M.J. Raya

M.J. Raya

Este próximo martes 18 de febrero se conmemora el día mundial del síndrome de Asperger, un trastorno que forma parte del espectro del autismo (TEA), y que comparte con el mismo que quienes son diagnosticados de Asperger presentan también dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.

Sin embargo, la población con Asperger no suele tener discapacidad intelectual asociada, como sí la mayoría de personas con autismo, y posee un lenguaje bastante fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media de la sociedad en general.

El psiquiatra infantil y coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del hospital universitario Reina Sofía de Córdoba, Rafael Burgos, indica que no existe una cuantificación de qué proporción del 1% aproximadamente de población que está diagnosticada en la actualidad de autismo presenta el síndrome de Asperger, pero resalta que cada vez se detectan más el TEA y Asperger. 

Burgos expone que, en parte, esto se debe a que han cambiado los criterios diagnósticos y, por esto, estos trastornos se detectan más, además de que los médicos están cada vez más formados en torno a estos trastornos, pero, al margen de estos dos motivos, precisa que no se sabe qué otras causas están detrás del crecimiento de los casos.

En la Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil del Reina Sofía se atienden los trastornos alimentarios.

Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil del Reina Sofía. / CÓRDOBA

Incidencia

Rafael Burgos confirma que una de las consecuencias de que se hayan ampliado los criterios de diagnóstico de este trastorno es que se está detectando, por ejemplo, el síndrome de Asperger, en personas adultas, al margen de que cada vez se conoce a edades más tempranas la existencia de esta alteración del neurodesarrollo por la mayor concienciación y supervisión que se hace desde las propias familias y el sistema sanitario y educativo a los menores desde que son muy pequeños.

Este psiquiatra del Reina Sofía precisa que el síndrome de Asperger, hasta el momento, se ha diagnosticado más en hombres que en mujeres, de forma que por cada 3 o 4 casos en varones se conoce uno en mujeres, en parte porque los criterios de detección se han asociado más tradicionalmente al sexo masculino.

Sobre este aspecto, la directora técnica de Autismo Córdoba, María Muñoz, destaca que el síndrome de Asperger en las mujeres ha pasado muy desapercibido hasta hace unos años, ya que suelen presentar más habilidades sociales y comunicativas que los hombres. 

María Muñoz, directora técnica de Autismo Córdoba.

María Muñoz, directora técnica de Autismo Córdoba. / RAMÓN AZAÑÓN

Sin tratamiento farmacológico

Burgos hace hincapié en que no existe un tratamiento farmacológico para curar el Asperger, al igual que tampoco lo hay para tratar el autismo, pues son trastornos, no enfermedades, con los que estas personas van a tener que convivir toda su existencia, aunque eso no implica que las personas diagnosticadas con estos trastornos puedan necesitar tomar alguna medicación por síntomas que puedan presentar, como la ansiedad, depresión o insomnio, que igualmente pueden padecer la población en general por otros motivos diferentes. 

Integración

El coordinador de Salud Mental Infanto-Juvenil del Reina Sofía remarca que las personas que son diagnosticadas con un Asperger más leve van a poder tener un funcionamiento más o menos normalizado dentro de la sociedad, aunque, en líneas generales, coloquialmente son personas algo peculiares que pueden trabajar o a formar una familia; a las que le cuesta entender las bromas y los dobles sentidos (motivo por el que con más frecuencia son objeto de acoso escolar y burlas), a las que no se les dan bien las actividades deportivas; a las que le gustan más los aspectos imaginativos que los físicos y que tienen unos intereses muy peculiares y restringidos. 

Rafael Burgos subraya que, sobre todo, los niños y jóvenes con Asperger deben recibir una atención psicopedagógica específica y un respaldo sociofamiliar para poder contar con una integración más adecuada en la sociedad y no sentirse rechazados.

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