El recinto se adecuará con fondos europeos

La rehabilitación de los Baños de San Pedro de Córdoba estará lista en el verano de 2026

Las obras, con un presupuesto de 1,6 millones, empezarán antes de junio y tienen un plazo de ejecución de 13 meses

Los Baños de San Pedro de Córdoba estarán listos para el verano de 2026

A. J. González

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

A partir del verano de 2026 la ciudad de Córdoba dispondrá de un nuevo recurso turístico para los visitantes, si se cumplen los plazos anunciados este martes por el delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Adolfo Molina, quien ha anunciado el inicio de las obras de restauración de los Baños de San Pedro para antes del verano de 2025 y que se han de ejecutar en un plazo de 13 meses. Este tiempo lo impone el hecho de que los trabajos se ejecutarán con fondos europeos que acotan el periodo de la ejecución. La inversión prevista para esta adecuación es de 1,65 millones de euros, financiados por el Fondo de Desarrollo Regional de la Unión Europea.

A los trece meses previstos de la obra propiamente dicha, habrá que añadir el periodo de musealización “que nos puede llevar un poco más”, ha matizado el máximo representante de la Junta en Córdoba.

Molina ha hecho este anuncio con motivo de la visita efectuada al edificio que alberga los citados baños, en compañía del delegado territorial de Cultura, Eduardo Lucena, y el arquitecto de la Delegación, Francisco Riobóo, donde ha recordado que los baños árabes de San Pedro están declarados desde el año 1931 como monumento, “por su riqueza artística y patrimonial” y que son “reflejo del esplendor califal de Córdoba”.

Molina ha indicado que dicho espacio “durante demasiados años ha permanecido cerrado al público y ninguna administración anterior ha dado el paso para su recuperación definitiva”, que es compromiso que ha asumido la Junta de Andalucía. Las obras, ha apuntado Molina, permitirán “consolidar y poner en valor este conjunto patrimonial”.

Se abrirá al público

El proyecto va a “garantizar la conservación del monumento y también la apertura al público para que pueda conocerlo”, señala el delegado. Así, se va a habilitar un recorrido en dos niveles, con pasarelas sobre las bóvedas de la planta baja. Se hará un espacio de acogida en el salón anexo para recibir a todos los visitantes, una rampa de subida a la planta superior y también una cubierta arqueológica que va a proteger el conjunto y que va a permitir la iluminación natural "para resaltar su singularidad”.

En estos trabajos ha sido fundamental, según el delegado, la colaboración entre Junta y Ayuntamiento, puesto que el consistorio declaró el año pasado este espacio como edificio singular, “un paso administrativo para su recuperación”.

A juicio del delegado, esta actuación es un ejemplo más del “compromiso” que la Junta tiene con “el patrimonio, con la cultura en Córdoba”, donde se ha aumentado el presupuesto en un 10%, con respecto al año anterior.

Otros compromisos

Adolfo Molina ha señalado que en este primer semestre se van a producir varios acontecimientos de ámbito cultural y patrimonial, como sacar de nuevo a licitación el proyecto de musealización de la Sinagoga, se va a adjudicar el proyecto de iluminación del castillo de Belalcázar, acabará la reposición de los atauriques del Salón Rico de Medina Azahara, comenzarán las visitas guiadas a Ategua, para poner en valor el yacimiento, y continuará el proyecto de los Baños de la Pescadería, para “poder definir el proyecto arqueológico que queremos hacer”.

Molina ha pedido al Gobierno de España colaboración para materializar otros proyectos pendientes como el del Museo Arqueológico.

Un edificio almorávide datado en el siglo XII

El jefe del servicio de Restauración de la Junta, Francisco Riobóo, ha informado durante la visita de que el edificio (que tiene por fuera la apariencia de una casa normal) es un baño árabe de época Almorávide, datado en el siglo XII y que como baño público permanece activo hasta el siglo XV. 

Aunque ha sufrido algunas pérdidas, «se mantiene completo en su estructura». Así, se puede ver «una sala fría, a la entrada; tiene una sala templada y luego tiene otra caliente». Se conserva la sala de la caldera, la noria y «cuando se termine, permitirá comprender perfectamente lo que eran los baños de esta época». 

El baño conserva «la infraestructura hidráulica casi en su totalidad» Y permite entender su funcionamiento, «desde que se saca el agua con la noria, se lleva a dos depósitos que están conservados, se traslada a la caldera y luego, incluso, en el mismo baño se ven las canalizaciones que van a trasladar el agua».

Asimismo está el lugar donde se depositaba la leña, que será donde se instale la nueva zona museística. 

El proyecto es obra del arquitecto Pau Soler Serratosa, que aportará un toque de arquitectura moderna al lugar.

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