Reportaje
Olor a aceite junto al instituto Góngora
La plaza de Las Tendillas de Córdoba se ha convertido este fin de semana en el lugar donde descubrir los secretos de la elaboración del oro verde cordobés

Dos visitantes degustan el aceite de oliva virgen extra de un expositor. / VICTOR CASTRO
Una de las características de los pueblos olivareros es el olor a aceite que impregna sus calles en temporada de molturación. Durante estos días, los alrededores del Instituto Góngora y Las Tendillas se ven envueltos también en ese aroma, difícil de definir pero perfectamente reconocible por la gente del olivar.
La almazara móvil traída desde Baena para mostrar a los visitantes del Festival Córdoba Virgen Extra cómo es el proceso de molturación de la aceituna y cómo el oro verde va fluyendo por sus conductos es el colofón (o el inicio) ideal de una visita llena de sabor y tradición.

El público obserca la almazara portátil instalada en Las Tendillas. / VICTOR CASTRO
La mayor parte de los expositores son compartidos por dos entidades, marcas o almazaras, y en todos ellos sus titulares se entregan al máximo en la clarificación de las dudas de los visitantes. «Este tiene un punto de picor que no tiene este» o «esta botellita cuesta más porque es ecológico» o «estamos dando un precio especial de la garrafa de cinco litros con motivo de la feria», pero todos ellos, antes de nada, ponen a disposición del cliente un trozo de pan o de queso (o de ambos) para que caten de lo que se habla.
Los consumidores del futuro
Pero quienes lo pasaban en grande eran los pequeños. Los niños iban de un expositor a otro no sin sorpresa por ver «una aceituna gigante». Se refieren a Aceituno, la mascota de la DO de Priego que andaba de promoción por el lugar.
Un espacio en el que también podían aprender a hacer canastas de varetas de olivo y conocer de primera mano cuáles son las ventajas para el cuerpo humano de consumir regularmente aceite de oliva virgen extra. Son varios los expositores del festival dedicados a labores o juegos didácticos con la intención de crear conciencia entre los consumidores cordobeses del futuro.

Un grupo de escolares, en uno de los expositores de aceite. / VICTOR CASTRO
Para ellos hay previstos desayunos molineros, con aceite «del bueno» y bollos de pan de El Vacar, aportados por la panadería de Gonzalo Arellano, que, además, aporta el pan para las salmorejadas que se están organizando y los talleres infantiles de este plato cordobés.
El salmorejo es uno de los innumerables platos a los que el AOVE cordobés eleva de categoría con su presencia. Ejemplo de algunos de ellos se pueden ver en los distintos Showcooking que se han organizado a cargo de Manuel Bordallo, Juan Luis Santiago, Perico Ortega, Matías Vega y Chema Fernández. Un elenco de un altísimo nivel para un producto que no lo es menos, pues hablamos de tratar como se merece a los aceites de oliva virgen extra más premiados del mundo.
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