Sanidad

Carmen, trasplantada de hígado y riñón en Córdoba: "El trasplante me ha dado más libertad"

La beneficiaria ha recalcado que, aunque ha tenido una infancia feliz y divertida, el doble injerto le ha dado más libertad

La joven Carmen con su madre y los médicos del Reina Sofía que la han atendido.

La joven Carmen con su madre y los médicos del Reina Sofía que la han atendido. / VÍCTOR CASTRO

M.J. Raya

M.J. Raya

La joven malagueña Carmen García Moreno, de 15 años, es una de las caras visibles del récord de trasplantes logrados por el hospital Reina Sofía durante 2024, que lo han situado como segundo centro del mundo que llevó a cabo más injertos de pulmón y también con la cifra más alta de injerto hepático a nivel provincial desde que comenzó este programa. Esta chica recibió un doble trasplante de hígado y riñón el 7 de julio de 2024, un día después de su cumpleaños, una jornada que ella y su familia nunca olvidarán. 

Como ha contado la madre de Carmen, Encarnación, en una rueda de prensa celebrada este lunes en el hospital universitario Reina Sofía, su hija nació con una enfermedad, poliquistosis hepatorrenal recesiva, cuyo tratamiento iba a requerir antes o después un trasplante, injerto que fue necesario de hígado y riñón, el único combinado de ambos órganos que se hizo el pasado año en Córdoba, porque le estaban fallando las funciones de ambos órganos. Por esta patología, esta menor lleva toda la vida asumiendo que debía tomar una medicación, pero ella ha recalcado que su infancia ha sido “muy feliz y divertida”.

Encarnación Moreno, madre de Carmen García Moreno (trasplantada de hígado y riñón), junto a María Jesús Botella y Francisco Triviño.

Encarnación Moreno, madre de Carmen García Moreno (trasplantada de hígado y riñón), junto a María Jesús Botella y Francisco Triviño. / VÍCTOR CASTRO

Carmen ha narrado cómo era su vida antes del trasplante. “Era la vida de una adolescente, que quedaba con amigos, aunque es cierto que tenía la responsabilidad de tomarme las pastillas que otras personas no. Ahora, después del trasplante sigue siendo lo mismo”, porque esta chica tiene que seguir tomando la medicación postraplante, “pero ahora las pastillas me dan un poco más de libertad. Sin embargo, antes del trasplante tenía muchas restricciones en el tema de la comida y ahora tengo más libertad dentro de una dieta sana”. “Me acuerdo que a un compañero de clase le conté que, al final necesitaría un trasplante y la cara del chaval fue un cuadro y para tanto es al ser toda mi vida igual”, ha comentado esta joven.

Siempre con necesidad de medicación

Por su parte, la madre de Carmen ha explicado lo duro que fue que te digan cuando tu hija es tan pequeña que va a necesitar un trasplante. Carmen fue derivada primero desde un hospital de Málaga a Sevilla, pero desde allí fue remitida al hospital Reina Sofía. 

Encarnación ha explicado que su hija siempre ha requerido medicación desde bebé, incluyendo fórmulas magistrales o hierro, que “era como chupar clavos” y que se tomaba en ampollas. En el comedor escolar tomaba una dieta baja en sodio y potasio, no podía comer gusanitos sino tortitas de maíz, y presentaba algunas limitaciones para hacer educación física. Pero, el 7 de julio de 2024, el día después del cumpleaños de Carmen, que recuerda con especial felicidad porque su regalo fue poder comerse un donut, cuando se despertó la llamaron al mediodía del Reina Sofía para hacerle el trasplante. 

Carmen García, junto a su madre.

Carmen García, junto a su madre. / VÍCTOR CASTRO

"La experiencia ha sido muy buena"

“La experiencia ha sido muy buena porque tanto el equipo de renal como de hepático, desde el primer se volcaron con mi hija y le hicieron todas las pruebas en un tiempo corto. Esperamos dos meses para el trasplante y el día que se lo hicieron fue la noche más larga de mi vida. La recuperación fue en la uci de infantil, muy agradecidos a ese respecto, tenía 15 años, rodeada de personas mayores le costaba un poco de trabajo”, ha relatado Encarnación.

La propia Carmen ha narrado que “me trataron muy bien, había muchas enfermeras muy majas, que me trataban con amabilidad, cariño. Yo decía: ¿Cuándo yo me vaya de aquí qué voy a hacer?”. Me siento “muy agradecida con todas las enfermeras, limpiadoras, obviamente con los médicos porque sin ellos yo no estaría aquí”, ha añadido esta joven malagueña.

"Con mi hija se ha volcado el equipo médico"

Encarnación ha abundado en que no solo se volcó con mi hija el equipo médico, también fueron otros profesionales, como el fisioterapeuta que la atendió desde el minuto cero en la UCI, las enfermeras, los pediatras de la UCI. El trasplante hepático se lo hicieron los profesionales de Infantil y del de renal los de adulto. Le han devuelto la vida y la sonrisa, tras lo que su hija le ha interrumpido para decir que está deseando que llegue su próximo viaje de fin de estudios que será a Tenerife. 

Valoración del equipo de trasplante hepático infantil

También ha intervenido en la rueda de prensa el especialista en trasplante hepático infantil del Reina Sofía Jesús Jiménez, que ha expuesto que el pasado año se cumplieron 30 años de la realización del primer injerto pediátrico de este tipo en Córdoba, siendo el Reina Sofía uno de los tres únicos centros de España en efectuar este tipo de procedimientos. Sobre el caso de Carmen, ha detallado que la enfermedad genética que padecía implicaba tanto patología hepática como renal y le generó insuficiencia renal y problemas hepáticos con consecuencias bastante graves. "Cuando esta chica tenía 14 años, los equipos de riñón de Sevilla confiaron en el Reina Sofía y se hizo el trasplante con bastante agilidad", ha subrayado.

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