El hospital Arruzafa, primer centro español en aplicar terapia génica contra la degeneración macular neovascular

El hospital Arruzafa ha sido el primer centro en España en aplicar una terapia génica tras reclutar a un paciente de un estudio científico sobre degeneración macular neovascular (DMAE), una patología retiniana que se sitúa como la primera causa de pérdida de visión central en países desarrollados. 

Según informa una nota, “para nosotros es un orgullo ser los primeros en tener experiencia en este campo porque es un avance muy importante para el abordaje terapéutico futuro de esta patología”, ha explicado el coordinador de estudio, Juan Manuel Cubero, de la Unidad de Retina del hospital Arruzafa.

La DMAE húmeda es una enfermedad “multifactorial, que afecta degenerativamente a la visión, especialmente a la central, y que en fases avanzadas produce incapacidad para desarrollar tareas diarias básicas, como la lectura, reconocimiento facial; en ocasiones la deambulación”, explica este oftalmólogo.

La aplicación de este tratamiento consiste en la “modificación de ciertas células de la retina para que ellas mismas produzcan la sustancia que nosotros utilizamos para su tratamiento, es decir, ella misma generaría esa sustancia que está implicada en la resolución del cuadro”, asegura Cubero. 

Esperanza para la curación de esta patología

Además, sostiene que “estamos muy ilusionados, porque este avance científico supone esperanza a la curación de una patología que supone un problema a nivel internacional, con una gran cantidad de pacientes que la sufren”. 

A nivel oftalmológico este tratamiento “es un cambio en el paradigma terapéutico de la DMAE neovascular”, explica el especialista. Así, también refiere que “tenemos que tener en cuenta que esta enfermedad, a día de hoy, solo se trata de manera intensiva con inyecciones repetidas y frecuentes”. 

La degeneración macular consiste en una destrucción del tejido retiniano a nivel central de la retina, que se utiliza para tareas habituales. La enfermedad está asociada a la edad y afecta, principalmente, a núcleos de población que superan los 55 años. 

En la actualidad, “no existe realmente una manera concreta de prevenir esta enfermedad salvo llevar a cabo controles habituales, donde se evalúen posibles lesiones oculares. Una vida saludable, con hábitos saludables, sin tóxicos y con protección solar, unido a una alimentación sana, puede mejorar la salud visual”, concluye el doctor Cubero.